Domingo Parra era un alto directivo de Bancaja cuando en 1994 esta entidad adquirió el 24 % que el Central tenía en el Banco de Valencia. En esa fecha, fue destinado a esta última entidad y se convirtió en el primer ejecutivo. Sobrevivió a cuatro presidentes y se hizo indispensable para ellos y para las familias de la burguesía valenciana que controlaban la entidad. Se vio forzado a dimitir a principios de octubre de 2011, mes y medio antes de la intervención. Su nombre aparece en todas las causas por operaciones supuestamente delictivas con afamados empresarios de la Comunitat Valenciana. Dos de las querellas en que aparece han sido archivadas por la Audiencia Nacional.
