Ha pasado una década desde que la interprofesional citrícola Intercitrus redujo su funcionamiento al mínimo por falta de acuerdo en el sector, esto produjo un antes y un después en la organización, esta que durante años había sido pionera, redujo drásticamente su actividad al mínimo, y pasó a un estado de letargo. Llevábamos unos años malos, ruinosos para los agricultores, las negociaciones eran tensas en el seno de la interprofesional y la cuerda acabó rompiéndose. Qué grave error, ahora con la perspectiva de los años se ve. Sinceramente creo que herir casi de muerte a la interprofesional no ha beneficiado a nadie, al contrario.
Más vale tarde que nunca, la semana pasada se reunió la asamblea de Intercitrus para un acto estatuario de rutina, y por obligación salió un tema que era ineludible, había que hablar sobre el futuro de la interprofesional, y estábamos ante una disyuntiva: La cerramos o volvemos a darle vida. El sentir del conjunto de los representantes del sector citrícola fue unánime, supongo que nos ha dado tiempo a aprender de nuestros errores y nos hemos dado cuenta de que aunque no sea la panacea ni la solución definitiva a los problemas del sector bien utilizada puede aportar su granito de arena para mejorar la situación de la citricultura.
La situación de la citricultura no es que esté para echar cohetes, pero en mi opinión en los últimos años, aunque todavía queda mucho por hacer, el sector se ha ido reconvirtiendo, se han implantado nuevas variedades más competitivas, se ha ampliado la campaña, el sector se ha ido profesionalizando y eso ha generado, en cierto modo, unos precios más o menos estables dentro de la inestabilidad de un sector como el agrario, pero en cualquier caso alejado de las campañas de precios reventados por debajo de los costes de producción. Esto no quiere decir que esté todo hecho, no podemos relajarnos. Tenemos una competencia feroz que pugna por abrirse camino, por eso es importante no aflojar el ritmo.
El sector debe volver a ponerse a trabajar, relanzar Intercitrus y ponerla a funcionar a toda máquina, como funcionaba entonces. Los representantes del sector tenemos la obligación de arrimar el hombro y ser capaces de llegar a acuerdos para que esto sea posible. Desde UPA-PV entendemos que debemos sentarnos y establecer una hoja de ruta, poniendo negro sobre blanco un plan para relanzar la interprofesional. Con unos objetivos claros que pasen por mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria fomentando la eficacia y transparencia, mejorando la coordinación entre los diferentes operadores del sector. Y por supuesto no descuidar la labor de promoción de nuestro producto con el objetivo de consolidar el consumo en los mercados que tenemos establecidos y potenciar la apertura de otros, y más después de la pérdida del mercado Ruso que tanto daño ha hecho al sector. Hay que ponerse a trabajar ya, manos a la obra.Rafael Cervera Calduch
Secretario General de UPA-PV
