Hace ya algunos años, al inicio de nuestros tiempos en Draper B1 cuando todavía éramos Business Booster, procurábamos traer referentes que compartieran su experiencia con todas aquellas startups que estaban en nuestras oficinas. En aquel entonces, tuvimos la grata visita de César Oteiza, fundador de Idealista, con el objetivo de compartir su experiencia y aportar know how a los que estaban empezando.
Corría el año 2012, y alguno de los emprendedores de aquella edición, buscó información y encontró las cuentas de Idealista. No recuerdo las cifras exactas, pero sí aproximadas. Idealista, en las cuentas de 2010-2011, había tenido una facturación entorno a 15 millones de euros, y con un buen Ebitda, que rondaba los 4 millones. Hoy en 2020, Idealista es un unicornio y EQT la ha adquirido por más de mil millones. ¡Una evolución realmente increíble!
La compañía se ha convertido en el mejor exponente español del club de los unicornios, pues aunque hay varios más en ese club de startups que han conseguido alcanzar esas cifras (Cabify, Glovo, Flywire, incluso eDreams en un breve momento), Idealista lo ha hecho con una solidez financiera y un crecimiento sostenible más marcado.
En 2012, había pocas empresas tecnológicas de reciente creación con las cifras de Idealista. Estábamos claramente en un estadio de inmadurez, muy infantil, en el ecosistema de emprendimiento tecnológico en España. Ver startups que facturaban un millón ya era todo un alarde. Recuerdo ver sesiones de mentores que compartían sus experiencias y eran todo un caso de éxito, y no llegaban ni siquiera a esa cifra.
Han pasado ocho años y después de todo este tiempo, hemos crecido mucho y muy rápido, solo ya en nuestro propio portafolio de Draper B1 contamos con un nutrido grupo de startups que facturan entorno a los 10 millones de euros o más. Y a nadie le extraña ya que algún conocido haya puesto un negocio online y esté moviendo cientos de miles.
Hemos llegado a la pubertad, sí, y eso significa que hemos avanzado pero que aún nos queda mucho recorrido. Si en 2012 era raro ver un Idealista, y hoy hay decenas, incluso diría que centenares en España, ¿cuántos de ellos serán en 8 años más un unicornio? ¿o al menos un casi unicornio? ¡Sí!, los unicornios existen, y definitivamente, han llegado para quedarse.
Pero para que se conviertan en los unicornios del futuro, su objetivo es alcanzar la madurez y crecer (escalar) al ritmo esperado; y el principal problema para conseguirlo es la escasez de talento tecnológico cualificado. El último informe de la Unión Europea mostraba como el 100 % de los nuevos empleos netos en la unión de los últimos 2 años los había creado el sector tecnológico y de startups. El reto en los próximos años estará en nutrir de talento esta creciente necesidad de perfiles tech.
El futuro está aquí, es prometedor, pero nuestros futuros unicornios necesitan de talento para desarrollarse; y debemos ser capaces de proveerles.
