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Eva Blasco: "El teletrabajo puede volver a replegar a la mujer al espacio doméstico"

Pta. de la Asociación de Empresarias de Valencia

Eva Blasco posa frente a su negocio de la calle La Paz de València

Eva Blasco (València, 1964), atiende a Activos tras una videoconferencia de la Asociación Europea de Agencias Viaje y Turoperadores, de la cual es vicepresidenta. Poco después viajará a Zaragoza a una cumbre empresarial a la que asiste como presidenta de CEV Valencia. Y entre medias atenderá sus compromisos como máxima responsable de la Asociación Valenciana de Mujeres Empresarias (Evap), vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València o consejera delegada de Europa Travel, su negocio particular.

¿Cómo se conjugan tantos cargos institucionales?

Con mucho esfuerzo y a veces sacrificio, sinceramente, porque requiere estar pendiente de temas muy diversos en cada organización. En cada una, lógicamente, adaptas un nivel de implicación diferente. Yo siempre, en cualquier caso, clarifico de antemano la implicación que puedo asumir en cada una para que no haya después nerviosismo.

¿Y en cuáles está más implicada?

CEV Valencia y Evap son las que me requieren una carga más diaria y continua. Pero más que implicación debería hablar de dedicación, matizo. La implicación es máxima siempre y la dedicación puede tener diversas intensidades.

Defiende que depende de las mujeres «ocupar» los lugares de responsabilidad que les corresponden, situando parte de la responsabilidad en su lado. ¿Pero cómo se logra esto sin la colaboración de quienes ocupan los puestos de dirección?

Las mujeres debemos dar un paso al frente. En Evap y a mí personalmente nos preocupa el hecho de que las crisis castigan de forma especial a las mujeres. Además, en estos momentos se mezcla con temas que abordan la organización del empleo, como el teletrabajo, que se plantean en términos engañosos respecto a la conciliación. Porque teletrabajar no significa conciliar. Hemos de seguir trabajando en la corresponsabilidad y que no sean las mujeres las que opten fundamentalmente a trabajar a distancia. Algunas compran que les deja conciliar pero les va a hacer perder posición: no están presentes en el entorno laboral, pierden relaciones sociales, se repliegan en el espacio doméstico...y eso afecta a sus carreras profesionales y a la posterior promoción. Por eso mi mensaje es muy claro: hemos de apostar por ocupar espacios públicos y no replegarnos al doméstico.

¿Detecta entonces que el teletrabajo puede volver a meter a la mujer en casa?

No demonizo el teletrabajo, pero debe desligarse de la conciliación. No es una fórmula de conciliación sino de organización laboral que no debe vincularse con la mujer. Hay que separar la corresponsabilidad y la conciliación del teletrabajo. Si compramos la teoría de que el teletrabajo ayuda a las mujeres, que yo creo que no es cierto, nos puede hacer perder y retroceder lo que hemos avanzado. Porque no nos engañemos, hay tendencia a promocionar a los hombres, a los similares. Y no es intencionado sino un sesgo inconsciente que se produce porque uno tiende a sus iguales. Entonces, en el momento en el que tú no estás en ese espacio público y no se te está visibilizando, cuando se plantean promociones o nombramientos y no estás en la esfera visual es más fácil que no se acuerden de ti. No es enchufismo, insisto. Si estamos todos a distancia, de acuerdo. Pero si afecta más a las mujeres sí que nos puede hacer retroceder.

¿Entonces es necesario regular a las empresas en materia de igualdad?

Sí que tiene que haber una normativa legal que impulse la igualdad y acelere el proceso del camino hacia ella, porque además uno de los ejes transversales del plan de recuperación es la igualdad de género. Nunca se cita y se habla de digitalización, transición ecológica y cohesión social, pero hay un cuarto pilar y debe haber un impulso desde los poderes públicos. Pero debe hacerse considerando la realidad y no imponiendo normas que no se adecuen a la realidad, porque entonces serán papel mojado. Me genera mucha preocupación los sesgos inconscientes, que son los que dificultan en muchas ocasiones el acceso de las mujeres al ámbito empresarial. Todos y todas los tenemos, pero hay que tomar consciencia de ellos y adoptar medidas para combatirlos. Y esas medidas en ocasiones deben ser fijar que haya un número determinado de mujeres por promoción, etc.

Pero ese sesgo debe combatirse desde edades muy tempranas.

Sí, desde la infancia. Porque también existe el metasesgo, que es la tendencia a creer que no tenemos sesgos, pero todos los tenemos. Los estereotipos existen, tenemos ideas preconcebidas de personas mayores, de adolescentes, de mujeres, de hombres, de judíos, de musulmanes, de valencianos, de andaluces...pero hemos de tomar consciencia de ellos y entonces intentar empezar a combatirlos. Pero no podemos negar que eso es una realidad.

Combatir el problema desde la infancia implica tiempo. ¿Te atreves a poner plazo para alcanzar esa igualdad real?

Plazos no me atrevo a poner, pero apuesto por tratar de acelerar el cambio y conseguirlo en unas décadas. Depende de muchos factores y esto es una lucha global. Nosotras las europeas somos unas privilegiadas y en el entorno de Evap ocupamos posiciones de privilegio porque estamos en la línea de combatir el techo de cristal. No estamos trabajando, como otras muchas organizaciones, en los suelos de barro. Es una batalla que también apoyamos, aunque nosotras nos centramos en el ámbito social y directivo. La igualdad requiere un cambio social tan profundo que no permite marcar plazos.

¿Qué es más fácil, romper el techo de cristal o despegarse del suelo de barro?

Es muy difícil luchar contra ambas situaciones. A veces el techo de cristal se ve como la lucha de unas privilegiadas que pelean por subir más arriba. Pero no es eso, luchamos por un cambio social profundo que también requiere perseguir esos estereotipos que dicen que las mujeres no somos asertivas y que no podemos estar en puestos de dirección porque somos menos dominantes. Nuestra labor también consigue que haya mujeres referentes, visibilizarlas. Y eso también empodera a todas.

Se acerca a cumplir el primer año de su segundo mandato al frente de Evap. ¿Qué cambios detecta en el papel de la mujer en la empresa desde su llegada?

Por ejemplo, estamos consiguiendo un reconocimiento y un apoyo a nuestra lucha por la igualdad real de todo tipo de instituciones, fuerzas políticas de cualquier ideología...en estos últimos años en nuestros actos hay presencia de todas las fuerzas políticas e instituciones. Hay un convencimiento de que se tiene que apoyar la causa. También desde el ámbito empresarial ha habido un cambio importante en el ámbito de la CEV desde la llegada de Salvador Navarro, un firme convencido de la igualdad y de que la diversidad enriquece a las organizaciones. Ahí he percibido un cambio, una mayor presencia de mujeres que sirve, en definitiva, para tener referentes femeninos que hará que cada vez haya más mujeres en puestos de liderazgo y responsabilidad y con equipos más diversos.

¿La pandemia ha favorecido o lastrado el camino hacia la igualdad en la empresa?

En estos momentos sería muy cauta para responder a esta cuestión. Como decía, las crisis afectan especialmente a las mujeres, la crisis sigue todavía aquí y no sabemos cómo va a afectar al mercado laboral. Hay sectores y empresas que sí están en clara senda de recuperación pero hay sectores que no. La situación es todavía inestable y hasta que no empiece a tomar un rumbo fijo no me atrevería a posicionarme, aunque probablemente haya aumentado la brecha salarial y otro tipo de brechas. Pero hacen falta más datos desagregados por sexo. No los tenemos y necesitamos datos para ver el impacto de la pandemia en las mujeres. Un dato tan sencillo como saber si ha habido más cierres en empresas dirigidas por hombres o mujeres es imposible de encontrar en el registro mercantil, no figura. Como mucho puedes saber cómo afecta a autónomas, pero para realmente poder hacer un análisis en profundidad necesitamos empezar a disponer de este tipo de datos. En materia de estadísticas y datos seguimos yendo a ciegas.

Con la pandemia en riesgo bajo, se acerca un momento clave con la devolución de los préstamos. ¿En qué condiciones llega el tejido empresarial valenciano?

El problema aquí es que la recuperación es asimétrica. El sector turístico está teniendo una recuperación muy lenta pese a que el viajero nacional ha salvado las cifras. Muchos destinos son muy dependientes del mercado extranjero y sin ellos no salen los números. Los eventos, el textil, el calzado, los vehículos...son sectores que llegan debilitados. La industria y la agroalimentación llegan fortalecidas pero ahora sufren aumento de costes energéticos, del transporte y de materias primas, una coyuntura que preocupa porque podría lastrar la recuperación.

¿Cómo se está trabajando para la llegada de fondos europeos?

Las Administraciones tienen que empezar a sacar esos fondos rápidamente hacia la empresa. No son subvenciones sino dinero para acometer proyectos digitales, verdes, de cohesión e igualitarios en género. Un 40 % se gestionará autonómicamente, pero debe concretarse ya porque el periodo para acceder a ellos es corto. Hay que eliminar burocracia. Tenemos preocupación de que no sean capaces de conceder todo el volumen y que el dinero se vaya hacia otro lado. La empresa tiene el reto de presentar proyectos serios, pero la Administración tiene el de no ser un obstáculo.

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