La nueva Política Agraria Común (PAC) entrará en vigor durante el período 2023-2027 y pone especialmente el foco en que los agricultores y ganaderos puedan hacer frente al desafío del cambio climático y del medio ambiente, manteniendo la rentabilidad de sus explotaciones. Su desarrollo lo sigue muy de cerca Vicent Faro Carrió (Oliva, 1961), quien acaba de ser nombrado presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV).
Este agricultor valenciano posee la licencia de operador certificado desde 2006 y se dedica a la producción de cítricos ecológicos. Es ingeniero Técnico Forestal por la Universitat Politècnica de València (UPV) y profesor técnico de Formación Profesional de Sanidad en el instituto Tirant lo Blanc de Gandia. Antes estuvo en otros centros de formación de Ontinyent, Xàtiva, Burjassot y Moncada. Es hijo y nieto de agricultores, minifundistas.
Forma parte de la dirección del Comité de Agricultora Ecológica de la Comunitat Valenciana desde 2010 y asegura que con este tipo de producción «mejora la rentabilidad de los productores». Así lo ha comprueba al comercializar variedades de navelina, marisol, iwasaki o navel, entre otras. También produce caquis y aguacates, aunque en menor cantidad.
Un modelo en auge
¿Por qué? En opinión de Vicent Faro, «la agricultura ecológica triunfa en la nueva PAC» porque Bruselas apuesta por un modelo «verde». Por eso sostiene que este modelo está en auge. Y no solo en centroeuropea. También en España. De hecho, el sector ecológico en la Comunitat Valenciana batió un nuevo récord en 2020 al crecer la cifra de negocio. Según el último informe del CAECV, este modelo continúa alcanzado volúmenes cada año más altos en superficie ecológica certificada, operadores, facturación e industria asociada, tal como constata el citado informe del sector, que bate un nuevo récord con un crecimiento de la facturación del 20,8% al alcanzar los 626 millones de euros. Además, se trata de un ámbito estratégico en la agenda verde del Govern del Botànic. Además, en 2021 mejora un 18 % en superficie, que alcanza ya las 171.000 hectáreas. Y en operadores, también sube un 18 %, con casi 4.200 productores, elaboradores e importadores..
En el ranking de los productos más cultivados se sitúa la uva de vinificación en primer lugar, seguida por las almendras y los olivos. Las superficie de cítricos todavía resulta baja. Como también la fruta de hueso. Y llama la atención que este tipo de producción aparezca en el 83% de los municipios de la Comunitat Valenciana. Alicante lidera la producción certificada, estimada con 87.510 toneladas, según datos de 2020. Le siguen de cerca Valencia con 86.296 toneladas, mientras que Castelló se situó en las 7.621 tm. Si atendemos a la superficie certificada, el impulso del plan de estímulo valenciano ha triplicado en 4 años las hectáreas certificadas en la provincia de Castelló, mientras que en Valencia ha subido hasta un 27% en el último año.
¿Y la rentabilidad? Pues la del sector ecológico ha crecido casi un 400% durante el ultimo año, según constata la Conselleria de Agricultura al hacer público el balance de 2020.
Respecto al uso de fitosanitarios el sector lo tiene claro. «Si la nueva PAC apuesta por las restricciones y la eliminación de sustancias activas en el campo también se deberían aplicar estos criterios a los países que exportan a la Unión Europea», advierte el presidente del CAECV.
Por otro lado, Vicent Faro considera que «las ayudas públicas no deberían existir si el agricultor pudiera vivir de la producción. Impulsan el medio ambiente y ayudan a la sostenibilidad. Eso genera unos costes que deben ser compensados. El aumento de los gastos de explotación y el repunte de las plagas hacen mucho daño. Nosotros usamos más mano de obra. No usamos herbicidas, ni abonos de síntesis química», puntualiza.
Fomentar el autoconsumo
Vicent Faro también aboga por «fomentar el autoconsumo de productos ecológicos». Y es que, España ha pasado de una gasto de 22 a 56 euros por persona y año de productos ecológicos. Sin embargo, ese desembolso alcanza una media de algo más de 90 euros en Europa. También advierte de que el consumo de productos ecológicos «no es un capricho de ricos centroeuropeos y que esa percepción suena más a tópico».
En ese sentido, comenta que la diferencia de precios respecto a las frutas y hortalizas convencionales «se está ajustando» en las estanterías de venta al público de la gran distribución. Así las cosas, «grandes firmas como Lidl, Aldi o Carrefour comercializan marcas propias de frutas y verduras que compiten con otras», puntualiza el presidente del CAECV.
El dirigente de esta entidad destaca que la agricultura ecológica coincide con un modelo productivo justo, de proximidad, fresco, arraigado a la tierra y al territorio, que respeta el calendario de las cosechas y la protección del medio ambiente. Según el informe de la conselleria, la producción ecológica responde a algunos de los desafíos de la agricultura como «la obtención de precios justos para las personas productoras, el relevo generacional o la visibilidad de la mujer en una actividad tradicionalmente masculinizada». Hay que tener en cuenta que la edad media de los productores ecológicos es de 48 años. Las mujeres representa ya al 31 % de los operadores; es decir, un 4,5% más que en 2019.
El presidente del CAECV lanza otra advertencia: «Debemos llegar más a colegios y hospitales públicos porque cada vez aumenta la demanda este tipo de producciones», resalta Vicent Faro.
Además, lamenta un hecho en el cultivo de uno de los productos más icónicos de la agricultura valenciana: «Sólo hay un productor de arroz ecológico», resalta. Y eso que tenemos espacios protegidos como l’Albufera, la marjal de Pego-Oliva o el parque natural del Prat de Cabanes. «La conselleria debería hacer pruebas y análisis de arroz ecológico para fomentar este tipo de cultivos», concluye.
