La pelota a mano no es cosa de hombres. Ni mucho menos. Y menos, perdónese la redundancia, en los tiempos que corren. La CIJB, en su camino hacia la universalidad de este deporte, va más allá de naciones y modalidades, sino que incluye, en su proyecto global, una absoluta obviedad: la igualdad de género. Dice la holandesa Bianca Van der Veen, vicepresidenta y Área de la Mujer de la CIJB, que el ejemplo está en el Elite World One Wall, o en el Europeo de hace un año. Mismos premios para hombres y mujeres (¿qué sentido tendría lo contrario?), diferentes modalidades, trato igualitario: «Con la CIJB se están haciendo cosas muy buenas, sobre todo porque están creando la igualdad, y un ejemplo es la programación del Europeo. Desde hace dos años se juegan también la modalidad internacional, y paso a paso estamos creando una programación completa, igualada a la del hombre», asegura Van der Veen, que insiste en esa idea.

Básicamente, que no hay una modalidad femenina, ni una modalidad concreta para ellas, sino que cada vez las mujeres no solo juegan más, y son más, sino que lo hacen en más disciplinas. «Ahora no van las chicas a jugar una modalidad, sino que se está abriendo a otras cosas y estamos dando un paso muy importante», afirma. Es, por otro lado, el papel que tiene que hacer una Confederación que se dice internacional: globalizar y, por supuesto, abrir paso a lo que se entiende, simplemente, como sentido común.

Ahora bien, Bianca Van der Veen no esconde que hay dificultades. La primera, importante, que cada país, socialmente, evoluciona a su ritmo. «Los países, cada uno en su tiempo, dentro de sus posibilidades, están aumentando su apuesta por la pelota femenina», afirma Van der Veen. «Por ejemplo», —explica la encargada de la Àrea de la Mujer de la CIJB—, «en Inglaterra hace diez años habría un equipo de cinco o seis personas, con algunas chicas, pero ahora desde que se pusieron a trabajar con escuelas y algunas canchas están muy activas en ‘social media’ y tienen mucha presencia».

Bianca Van der Veen, del Área de la Mujer de la CIJB. CIJB

Por otra parte, en Latinoamérica, dice, depende: «En algunos países como México, están más avanzados, y lo pudimos ver en Colombia que el nivel es muy alto. Pero no nos vemos mucho, sino una vez cada cuatro años». «La colaboración entre todos», insiste Van der Veen, «es fundamental». Lo que espera Van der Veen es que, dentro de tener clara la idea de que se trata de un deporte tradicional, «tiene muchísimas modalidades y podemos aprender de los demás países, de cómo hacen las cosas», lo que tiene que llevar, en definitiva, a «crecer».

Por ejemplo, en la masa deportiva femenina. Lo explica la directiva holandesa de la CIJB: «Hablamos del volumen de jugadoras. Va creciendo, sí, pero sigue siendo, en muchos casos, un lastre, porque son pocas y las pocas que son ya se sabe que serán las mejores». Se necesita, por tanto, competencia, rivalidad, que de 100 salgan 20 muy buenas, y no de 20 salgan cinco. Cuestión de números: «El espectáculo es el mismo en hombres que en mujeres, pero en hombres hay más jugadores potenciales de ser buenos, y en las chicas se ven un par de nombres, y en principio serán esas las ganadoras. Lo que hay que hacer es crear más masa de jugadoras. Si se forman jugadoras desde pequeñas, cada vez saldrán más». Es un mundo que se está construyendo, a diferentes velocidades, pero con un objetivo común por el que vela la CIJB.