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Las urnas ponen a prueba en los ayuntamientos la hegemonía de la izquierda

Los expertos creen que la mayor implantación local beneficia a PSPV, PP y Compromís - Los datos avalan la supremacía histórica del bloque progresista

Las urnas ponen a prueba en los ayuntamientos la hegemonía de la izquierda

Cuando Ximo Puig decidió adelantar las elecciones autonómicas marcó también el hito de separar por primera vez en 40 años la convocatoria de las elecciones municipales, que se celebran el próximo 26 de mayo, de los comicios autonómicos. En todas las citas anteriores desde la recuperación de la democracia, las dos elecciones se celebraron el mismo día. Así ha sido hasta el pasado domingo.

En este tiempo, la supremacía municipal ha correspondido a la izquierda, que un mes después de las autonómicas pone a prueba su hegemonía en pueblos y ciudades. ¿Quién saldrá beneficiado y a quien puede perjudicar la nueva cita electoral? Sociólogos y politólogos preguntados por Levante-EMV coinciden en lo esencial.

La politóloga y profesora de la universidad Cardenal Herrera-CEU, Blanca Nicasio, cree que formaciones como Vox o Ciudadanos, que dependen mucho de la marca nacional y que no tienen tanto arraigo en los pueblos, van a perder apoyos respecto a las generales y autonómicas, al tiempo que Compromís, una marca arraigada en el territorio, y el PSPV, con el viento de cola a favor de su triunfo autonómico y nacional, pueden salir más beneficiados de la cita.

«El factor de la movilización será clave», analiza Nicasio. «Alcaldías como la de València pueden decidirse por unos cuantos votos, como ha pasado con las autonómicas, y la derecha tiene opciones reales de conquistar ayuntamientos como el de València. Por eso no creo que se vaya a desmovilizar ningún bloque, porque no hay nada decidido y el resultado es incierto», señala.

«Las elecciones locales son diferentes de las generales y autonómicas», sostiene la politóloga de la Universitat de València, Rosa Roig. «La gente vota a las personas, sobre todo en pequeños municipios», apunta. «El escenario electoral del 26M es distinto al 28A», sugiere Roig. «En las generales y autonómicas se produjo una alta participación que benefició a la izquierda y la apelación al voto útil fue muy importante; ahora creo que el mapa de partidos puede redefinirse», añade. «También intuyo que el PP incrementará el apoyo electoral, fundamentalmente en la provincia de Alicante, en cambio, el peso de Vox descenderá ya que su implantación local todavía es incipiente. De hecho, en muchos municipios no ha podido presentar candidaturas», explica.

En cuanto al bloque de izquierdas, Roig sostiene que Compromís mejorará sus resultados gracias a que su fuerza reside en el ámbito municipal, pero no llegará a los resultados de 2015, vaticina y Unidas Podemos se quedará igual o descenderá por su escasa implantación en el ámbito local. Tampoco cree Roig que socialistas alcancen los resultados del domingo, sino que estarán por debajo, aunque serán mejor que en 2015. «El triunfo socialista del domingo les afectará positivamente, pero su honda expansiva será menor», dice la experta.

Para el sociólogo Vicent Flor al valencianismo político representado por Compromís y sus antecedentes (Bloc y UPV) siempre le ha ido mejor en las municipales porque en los ayuntamientos tiene «gran capacidad de movilización». «Tradicionalmente han sido las listas municipales las que han tirado de las autonómicas», analiza.

«Los partidos con mejor implantación municipal han sido PSOE y PP y Compromís, pero ya a mucha distancia todos los demás, EUPV, Podemos y por descontado Ciudadanos y Vox», explica Flor, que pone el acento en uno de los mitos que se vino abajo el domingo, el de que la movilización beneficia a la izquierda. «Eso ya no es verdad», señala. «Tradicionalmente ha sido así, pero el domingo vimos que no. Normalmente la izquierda tiene un discurso más potente en los municipios, tiene más gente de base en una política que muchas veces es desagradecida y muy abnegada», señala Flor, que apunta a que el hecho de que no esté decidido el resultado, por ejemplo en ayuntamientos como el de València, favorecerá un aumento de la participación. «Si la partida no tiene resultado claro, siempre se produce una mayor movilización e históricamente en las municipales siempre ha votado mucha gente», señala.

Respecto a una posible desmovilización de bloques, Flor solo cree que pueda pasarle a los partidos con menos implantación, como es el caso de Vox, cuyo liderazgo depende especialmente de Madrid, y que recogerá candidatos que la derecha tradicional desprecia.

Mejores cifras de la izquierda

Mientras, el histórico electoral señala que al PP le suele ir peor en las municipales que en las autonómicas. Entre 1991 y 2015 se dejó en las locales 51.000 votos de media frente a las autonómicas. En algunas elecciones (como por ejemplo en 1995) la diferencia entre municipales y autonómicas se agrandó hasta los 130.000 papeletas.

En cambio, el PSPV suele lograr mejor resultado en las locales que en la urna autonómica, igual que le ocurre a Compromís.

En resumen, la fidelidad es mayor en la izquierda. En 2015, por ejemplo, este bloque cosechó en las locales 107.000 votos más que en las urnas autonómicas. Desde 1991, en cuatro ocasiones la izquierda ha ganado más votos en los ayuntamientos que en la autonomía, incluido en 2015. En cambio, de las siete convocatorias electorales analizadas, en seis, la derecha se deja votantes en las municipales que le apoyan en la autonómica.

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