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El gran resultado de Cantó fortalece su liderazgo y silencia toda crítica interna

Ciudadanos avala la estrategia y discurso de su líder, que pone al Botànic en la diana y subestima a Bonig

Cantó celebra el resultado de Ciudadanos mientras Giner y Córdoba aplauden. levante-emv

Los últimos días de campaña electoral no fueron nada fáciles para Ciudadanos. El temor a que Vox diera la campanada en las últimas horas, el PP mantuviera la mayor parte de su suelo electoral y el discurso de Toni Cantó se estrellara, difuminado y en tierra de nadie entre las dos formaciones de derecha, apareció en el horizonte naranja como una hipótesis real. «Igual nos hemos equivocado de candidato», se llegó a escuchar en la sede de la calle San Vicente. A esas alturas, Toni Cantó llevaba meses (desde principios de año) alentando el anticatalanismo, denunciando el arrinconamiento del castellano en las aulas y dando su bendición a un pacto a la andaluza que llevaría a Vox a tener un papel clave en la política valenciana. El partido asistía estoico.

El día que Santiago Abascal, el líder de Vox, congregó a seis mil personas en València y 24 horas después Albert Rivera no llegó a cubrir la mitad del aforo, el partido entró en pánico. No fueron pocos los que pensaron que su electorado más exaltado se estaba pasando a esas horas en masa al partido ultra, el mismo al que su candidato autonómico había evitado colocar un cordón sanitario que sí puso a los socialistas de Ximo Puig.

Pocos pensaban que el pronóstico de Cantó, que en privado apuntaba a una cifra en torno a 17 diputados, fuera real. Algunas encuestas habían apuntado días atrás que la extrema derecha les pisaba los talones e incluso podría superarlos. En esos últimos días, la mayoría de cargos del partido firmaba repetir los 13 diputados autonómicos de 2015 e incluso algunos lamentaban haber escorado tanto el partido hacia la derecha. «Si nos quedamos como estamos nos damos con un canto en los dientes», llegó a decir un dirigente del partido presa del miedo escénico días antes de la votación. Pero denostado por la izquierda y buena parte de la opinión publicada por su intransigente discurso contra el valenciano en las aulas, Cantó se convirtió en uno de los triunfadores de la noche electoral.

Sus 18 diputados autonómicos, superando incluso las expectativas más favorables a su causa, e incluso con un porcentaje de voto autonómico (17,4 %) superior a la media que Albert Rivera ha conseguido en toda España (15,8 %), le han catapultado a líder máximo de la formación en la Comunitat Valenciana y a situarse como referente interno de la formación en el ámbito nacional, justo por debajo de los grandes referentes, Albert Rivera e Inés Arrimadas.

El resultado le permite también laminar cualquier crítica interna a su ya consolidado liderazgo en este territorio, incluso la que de forma embrionaría se intuía dentro de la formación tras el terremoto en las listas electorales y la aparición de numerosos críticos en municipios y comarcas enteras como l'Horta o ciudades grandes como Gandia, Sagunt, Castelló o Alcoi por lo que consideraron un dedazo en la imposición de listas desde València. Muchos han visto la mano de Toni Cantó, que siempre dijo que bastante tenía con la campaña autonómica como para preocuparse de listas municipales.

«La estrategia era acertada»

El casi medio millón de votos, los 18 diputados autonómicos y seis al Congreso resultan un resultado inapelable. Todos los análisis de la semana en Ciudadanos rezuman satisfacción y complacencia con el botín logrado. «La estrategia ha sido acertada», admiten sin dudas.

Nadie discute que el giro derechista del partido y el anuncio tanto de Rivera como de Cantó de que nunca pactarían con los socialistas ha dado vida al partido y les ha permitido crecer a costa de los populares. Todos los que tenían alguna duda sobre esa estrategia reconocen al calor del resultado que ha salido bien y que la lectura que se hizo del ascenso de Vox tras apoyarse sobre sus votos en Andalucía pero dejando que el PP corriera con el peso del acuerdo con la formación ultra fue acertada. Además, el anuncio de Cantó la noche electoral de que se siente legitimado para convertirse en el líder de la oposición en la Comunitat Valenciana al Pacte del Botànic anuncia ya algunos trazos de su futuro discurso que pasa por poner en la diana al Botànic per al mismo tiempo subestimar a un PP en caída libre al que busca acabar de derribar y convertir a su partido en el hegemónico de la derecha. Cantó se ha quedado a un paso del sorpaso a los populares de Bonig.

Pero, internamente Cantó ha valora incluso más haber superado a Compromís (su bestia negra es el nacionalismo) que haberse acercado tanto al PP.

El principal objetivo de Cantó en la oposición será evitar el «contagio» del nacionalismo desde Cataluña a la Comunitat Valenciana, aventuran en la formación. «Lideramos la oposición al tripartito del PSOE, los nacionalistas de Compromís y Podemos, y seremos la voz de quienes no quieren que en València se contagie la gripe nacionalista y pase lo mismo que hemos sufrido los catalanes», dijo el martes la portavoz de la ejecutiva nacional, Inés Arrimadas.

«Oposición al tripartito»

Cantó refuerza el discurso: «Nos hemos consolidado como la verdadera alternativa al tripartito valenciano, pero el hundimiento el PP ha impedido sumar para acabar con el Pacte del Botànic, por eso vamos a ejercer el liderazgo de una oposición leal y férrea contra el sectarismo del tripartito». Es la carta de presentación de Cantó ante la nueva etapa que se abre.

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