Elecciones generales

El PSOE no contempla que Collboni comparta Barcelona con Trias para atraer a Junts a la investidura

“Junts tiene dos almas. Esto hay que dejarlo reposar, que ellos hablen”, explican fuentes de la dirección del partido socialista

Collboni con la vara de alcalde, con Trias al lado, cruza la plaza Sant Jaume tras la investidura

Collboni con la vara de alcalde, con Trias al lado, cruza la plaza Sant Jaume tras la investidura / MANU MITRU

Juan Ruiz Sierra y Marisol Hernádez

Calma. Un día después de que la derecha y la ultraderecha no sumaran mayoría absoluta en las elecciones generales, abriendo la posibilidad de que Pedro Sánchez vuelva a lograr su reelección, el PSOE no contempla hacer movimientos negociadores a corto plazo. Los socialistas, de momento, quieren que el PP, que ganó las elecciones pero quedó muy lejos de sus expectativas, “se cueza en su salsa”. El propio Sánchez ha recetado este lunes tranquilidad durante la reunión de la dirección del partido, según fuentes presentes en el encuentro, pero también ha dado por hecho que será reelegido y no habrá repetición electoral. “Seguro que la democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”, ha señalado a puerta cerrada el presidente del Gobierno en funciones. 

Salvo cambios en el reparto de escaños debido al voto exterior, esa “fórmula” pasa necesariamente por la abstención de Junts per Catalunya, un gesto que el partido de Carles Puigdemont rechaza. El domingo, sin embargo, su cabeza de lista por Barcelona, Míriam Nogueras, citó a Xavier Trias, que el mes pasado no pudo ser alcalde de Barcelona a raíz del apoyo en el último momento de los ‘comuns’ y el PP al socialista Jaume Collboni. Un sector de la formación independentista, que aquí muestra signos de división, empezó anoche, tras conocer los resultados, a contemplar la posibilidad de que Trias y Collboni compartan el Ayuntamiento de la capital catalana, dos años cada uno, a cambio de que Junts facilite la investidura de Sánchez. 

Pero los socialistas, de momento, rechazan esta hipótesis. No está entre sus planes. Pero todo es muy incipiente y de aquí a septiembre, cuando se espera el debate de investidura, puede haber muchos movimientos. De momento, la fórmula no está encima de la mesa. “Junts tiene dos almas. Esto hay que dejarlo reposar, que ellos hablen”, explican fuentes de la dirección del PSOE. La ejecutiva de la formación independentista tiene previsto reunirse esta tarde.

El optimismo

La voluntad de no pisar el acelerador y trasladar todo el foco al PP es compatible con el optimismo que se respira en el PSOE sobre la gobernabilidad de España. Tras obtener 122 diputados (dos más que en noviembre de 2019) e impedir la mayoría del PP (136 escaños) y Vox (33), todos los dirigentes consultados, eufóricos ante el fracaso de la derecha y la ultraderecha, anticipan que habrá una coalición con Yolanda Díaz (31) y conseguirán el apoyo a la investidura de ERC (7), EH Bildu (6), el PNV (5), y el BNG (1) y la abstención de Junts (7) podría lograr su investidura.

El partido que lidera Puigdemont, de momento, rebaja muchísimo este escenario. “Ahora mismo no veo la investidura por ninguna parte”, ha señalado en Rac1 el secretario general de Junts, Jordi Turull. Poco después, se conocía que la fiscalía había pedido al juez Pablo Llarena que curse una nueva orden para detener al ‘expresident’, que ha perdido su inmunidad europea y podría ser juzgado por el referéndum del 1 de octubre de 2017. 

La iniciativa del ministerio público no contribuye a que Junts se acerque a Sánchez. Todo lo contrario. “La Justicia hace su trabajo”, argumentan en el PSOE. Los socialistas ponen también el foco en que el PSC, con 12 escaños y un 1.200.006 votos, ha logrado más apoyos que Junts y ERC, que juntos solo suman 855.517. El temor a que una repetición electoral ahonde en esta tendencia, después de que tanto Sumar como el PP lograran también más votos que las formaciones independentistas por separado, también puede ser un factor que facilite la investidura de Sánchez.