Si en algo se distinguió el debate de candidatos municipales del de aspirantes a la Generalitat fue en la ausencia de acusaciones de un bloque a otro por pactar, en el caso de PP y Cs, con la extrema derecha, y en el tripartito, por ser la representación del catalanismo en la C. Valenciana. Giner sí que apostó por calcar el gobierno andaluz en el Cap i casal y apostó por el diálogo excepto con los «nacionalistas», en referencia a Compromís. Gómez también se refirió al partido que lleva «el odio como bandera», en referencia a Vox y su posible presencia en el consistorio.