Se acercan los últimos días de campaña para las elecciones locales del próximo 26 de mayo y los candidatos y candidatas tratan de dar una imagen de respaldo y de fuerza. Es el momento de los mítines y los actos centrales, como el que ayer protagonizó Joan Ribó (Compromís) en el Parc Central ante unas 2.000 personas, según la organización, entre las que estaban la vicepresidenta en funciones del Consell, Mónica Oltra y el candidato a las elecciones europeas, Jordi Sebastià.

Bajo un cielo encapotado, que amenazaba lluvia y que dejó caer algunas gotas, lo que propició el comentario de Sebastià de «la lluvia tampoco nos parará» -en alusión a su lema «Imparables»-, Joan Ribó, en un discurso de algo más de media hora, hizo un repaso general de sus propuestas. También habló de la gestión en la actual legislatura, destacando la labor realizada en las diferentes áreas que su partido controlaba. Y lo hizo citando el nombre de sus concejales, que estaban sentados detrás de él, salvo el de Giuseppe Grezzi, que se le pasó, aunque sí destacó que la reducción de la contaminación acústica y ambiental «tiene mucho que ver con el cambio de movilidad establecido».

Reducción de la deuda

El candidato a la reelección en la alcaldía empezó dando la bienvenida a la València «de la honradez, la igualdad y los barrios». Pero también a la de la «gestión eficiente», destacando que se ha reducido más de un 50 % la deuda en cuatro años y que se logró salir del plan de ajuste en 2018, cuando estaba previsto para 2022, lo que levantó los aplausos de los asistentes. También valoró que ahora «ya no se malgasta ni se roba» y «tampoco se suben los impuestos», sobre lo que recordó que el gobierno anterior sí aumentó el IBI un 10 %. Sobre la deuda y cómo gestiona la derecha y la izquierda recordó que cuando María José Català (candidata por el PP) era la alcaldesa de Torrent, «la deuda subió allí en un 77 %».

Ribó se acordó de que València había sido «la capital de la corrupción», y citó casos concretos como la visita del Papa, el caso Cooperación o la Fórmula 1 (ambos ahora en los tribunales).

El símbolo del Aquarius

Frente a aquella imagen de València, Ribó resaltó que ahora la ciudad es símbolo de «solidaridad», sobre lo que citó la recepción del Aquarius; de sostenibilidad, pues «fuimos capital mundial de la alimentación y apostamos por no robar más espacio a la huerta, por los mercados municipales y por una alimentación sostenible». Y también de la igualdad, ante lo que citó la labor de Isabel Lozano, quien se levantaba mostrando un cartel que decía «feminista». También valoró que ahora València es una ciudad «donde la gente puede amar como quiera y con orgullo». Y aseguró que su partido cuida de las familias «pero de todas».

Por otra parte, el candidato indicó que el paro ha pasado del 23% al 14 %, pero también hizo autocrítica diciendo que todavía es «insuficiente» y que es mucho más alto entre los jóvenes.

Sobre sus propuestas, anunció varios aspectos como un plan de vivienda con la construcción de 900 pisos de alquiler asequible, así como el fomento de empresas semipúblicas para ofrecer suelo y construcción. También se refirió al soterramiento de las vías del tren, con entrada hasta el centro por Malilla y las de Serrería. O a la extensión de zonas verdes como el parque de desembocadura o la renaturalización del nuevo cauce del Turia. Él, mientras sonaba la canción de Queen 'Don't stop me now' acabó augurando que «este 26 de mayo llenaremos las urnas de ilusión y de sonrisas».