Elecciones generales

La batalla europea de Puigdemont y los indultos de ERC: así será la campaña independentista del 23J

La sentencia está dictada, pero no es definitiva: Puigdemont y los 'exconsellers' Toni Comín y Clara Ponsatí ya no tienen inmunidad como eurodiputados, así que Llarena puede reactivar las euroórdenes para que sean extraditados y juzgados en España

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont. / EFE

Júlia Regué

La decisión de la justicia europea apenas unas horas antes del inicio de la campaña electoral del 23J se planteaba en la posconvergencia como un 'win-win'. Si ganaba, el 'expresident' Carles Puigdemont podía defender que Europa blindaba sus derechos ante la justicia española obteniendo un varapalo con el que aspiraba a anular la gestión políticojudicial del 'procés' y, en especial, la negociación de Esquerra con el Gobierno para la concesión de los indultos y la reforma del Código Penal. Si perdía, como ha sucedido, Junts pretendía reforzarlo de todas formas como el líder combativo del 1-O, dispuesto a usarlo para recordar a los republicanos que por mucha desinflamación del 'procés' que haya a cuenta del diálogo entre gobiernos, él continúa en el extranjero y sujeto al periplo judicial, librando un pulso con el juez Pablo Llarena. En definitiva, Puigdemont en sí mismo era una enmienda a la mesa de diálogo. Pero tan asumida ha sido la derrota en Europa, que el propio 'expresident' admitió que no se la esperaba.

La sentencia está dictada, pero no es definitiva: Puigdemont y los 'exconsellers' Toni Comín Clara Ponsatí ya no tienen inmunidad como eurodiputados, así que Llarena puede reactivar las euroórdenes para que sean extraditados y juzgados en España. Antes, habrá resistencia: el recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) -por mucho que Llarena opte por solicitar el regreso a España sin que esté resuelto- y una batalla procedimental, porque el independentismo defiende que el juez del Tribunal Supremo (TS) debe cursar otro suplicatorio, a cuenta de la reforma del Código Penal.

Puigdemont y Junqueras

La campaña empieza esta medianoche y la pugna independentista se recrudece. Puigdemont volvió a insistir, esta vez desde los micrófonos de RAC1, en que miembros del PSOE le ofrecieron un indulto, algo que los socialistas y varios ministros del Gobierno niegan. Lo dijo para asegurar después que él lo desdeñaría -alegando que es una solución personal que no resuelve el conflicto catalán-, pero se encontró con el recordatorio de Oriol Junqueras, con quien no se habla desde hace más de un año -"los indultos se conceden, no se aceptan"- y el PP se apresuró a acusar al PSOE de tener un "pacto oculto" con Puigdemont.

En el cuartel de Junts no hay dudas de que hay que exprimir el revés europeo, por mucho que no fuera el deseado y que la mella de los indultos puede movilizar al independentismo descontento: "Puigdemont actúa siguiendo una lógica jurídica, personal, pero hay que sacar tajada de ello". De hecho, los llamamientos ya se centran en pedir un voto masivo para mostrar "apoyo" a los tres eurodiputados. Las opciones de Junts en las generales se fían a dos veteranos: Puigdemont y Xavier Trias. El primero, como ariete contra ERC; el segundo, como arma arrojadiza contra el PSC por la desbancada en Barcelona.

En Esquerra hay cautela, pero son conscientes de que esta vez Europa se pone del lado del Tribunal Supremo y que eso no choca de forma directa con su crítica a los estamentos judiciales y tampoco damnifica su estrategia de diálogo porque, al fin y al cabo, se pensó entre gobiernos, entre legislativos, a cuenta de la judialización de la política y la politización de la justicia. Y Puigdemont, en caso de que sea extraditado, se beneficiará de la reforma penal que ellos impulsaron. Así que los argumentarios están preparados: ERC lucirá la desjudicialización con la reforma penal y los indultos; y Junts optará por la batalla 'puigdemontista' en Europa. Las urnas desvelarán quién gana esta vez la partida.

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