País Vasco

El PNV escenifica un cambio tranquilo entre Urkullu y Pradales

Ortuzar proclama que el partido está "fuerte, unido y dispuesto a guiar a Euskadi a un nuevo tiempo" de autogobierno tras el anuncio del nuevo candidato a lehendakari

Imanol Pradales, al fondo, con Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu.

Imanol Pradales, al fondo, con Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu. / EFE

NTM

En el transcurso de los últimos 48 años el PNV ha copado buena parte de los titulares políticos, ya fueran en Euskadi como en el resto de España. El lehendakari Iñigo Urkullu, quien durante los últimos 12 años ha llevado el timón del Gobierno vasco, siendo además la cara visible de la formación jeltzale, cede el timón dejándolo en manos del diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Vizcaya, Imanol Pradales, que se ha convertido en candidato a la LehendakaritzaEn el tradicional acto político en homenaje a su fundador Sabino Arana en la localidad vizcaína de Sukarrieta, en el cumplimiento del 120 aniversario de su fallecimiento, el partido escenificó un cambio tranquilo mediante el que confía en retener el Gobierno vasco.

Con la presencia de Urkullu y Pradales, y buena parte de sus altas instancias (consejeros del Gobierno vasco, diputados forales, responsables del aparato territorial...), el presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV Andoni Ortuzar ha querido entrar de lleno en los sucesos que han rodeado al PNV estas últimas horas. “Somos un partido abierto, democrático, quizás excesiva y vulnerablemente democrático en nuestros procesos, por eso hay quien quiere tensionarnos mediante filtraciones periodísticas que mezclan un poco de verdad con bastante de mentira”, afirmó en un discurso que contó con un aplauso de más de tres minutos a un Urkullu que dice adiós. “‘Batasuna da indarra’ (la unión es la fuerza) proclamamos hoy desde aquí, desde Sukarrieta. Un PNV fuerte, unido, dispuesto a guiar a Euskadi a un nuevo tiempo político y a conducir al pueblo vasco a un futuro de autogobierno pleno y bienestar”, ha insistido Ortuzar, que ha ahondado en que “el partido está vivo y con proyecto”, tal y como lo demostraron “en el Alderdi Eguna”. En todo caso, el líder de la formación se ha reafirmado en que aún es necesario cumplir con los trámites y los tiempos. “Ayer el EBB abrió un proceso interno que desembocará allá por el 20 de enero en una ambiciosa propuesta de relevo generacional para garantizar que las instituciones vascas estén en manos rejuvenecidas, con nuevas ideas para mantener el desafío de siempre: una Euskadi dueña de su destino en la que vascos y vascas vivan bien, vivan lo mejor posible. Unas manos que puedan llevar a Euskadi a las máximas cotas de libertad nacional y de bienestar”, ha apuntado.

Que las cadenas del PNV siga teniendo nuevos eslabones es uno de los preceptos del partido jeltzale. Asegurar la continuidad con caras nuevas es su principal objetivo. Así, Ortuzar ha querido remarcar que “los eslabones que hace doce años aseguramos bajo el mandato del lehendakari Urkullu y que han aguantado con nota alta todos los embates de crisis económicas, pandemias, guerras y conflictos sociales, tienen que unirse ahora con nuevos eslabones, fuertes eslabones, que nos garanticen un futuro de prosperidad”, Y ha lanzado una advertencia de cara a los nuevos tiempos que vienen, donde hay una cita marcada en el calendario: las elecciones vascas, que aún sin fecha establecida (es una cuestión que atañe a Urkullu), apuntan a la primavera del año próximo. “Vienen meses en los que vamos a demostrar que es así, que tenemos ganas, ilusión e ideas para llevar a la sociedad vasca adelante, para que Euskadi sea el mejor sitio donde vivir”. De esta forma, el presidente del EBB ha querido mirar al frente en unos meses en los que “hay que volver a poner el foco en nuestras instituciones, en la política que auténticamente influye en la vida de la gente”.

Espejitos y cristales de colores

Ortuzar ha señalado en Sukarrieta, y a escasos metros de la tumba de su fundador, Sabino Arana, que buena parte de los deberes estarían hechos. “Las tres nuevas diputaciones ya han presentado sus ambiciosos planes de trabajo para la legislatura”. Y en el Parlamento Vasco “están en discusión ahora mismo, además de los siempre relevantes presupuestos, leyes importantísimas: la de Educación, la de Empleo o la de Transición Energética, o la de Cooperación. Este mismo jueves hemos aprobado la Ley de los Servicios vascos de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. Hace pocos días se presentaba el nuevo modelo vasco de cuidados, qué importante. Estos días impulsábamos además la lucha contra la violencia hacia las mujeres, ¡qué importante también! A eso se están dedicando el lehendakari y su Gobierno, sin alharacas”, ha incidido, esas que hacen de la política estatal un juego de tronos en el que “uno tiene la sensación de que siguen utilizando los mismos cristalitos de colores y los espejitos con los que los conquistadores engatusaban a los indígenas americanos: si fulanito o menganita repiten en el Gobierno, si esta o la otra han sido vetadas, quién sube y quién baja en la cotización de la bolsa política madrileña, la cara más o menos seria que ponen en la Zarzuela… y es lo que está en la boca de la gente, también aquí. Esa política de espejitos y cristales que tamizan la luz y distraen la atención de lo verdaderamente importante”.

La fórmula del PNV, según ha agregado Ortuzar, huye de esas maniobras para centrarse en el desarrollo integral de la sociedad vasca, a pesar de que “lo que pasa en Madrid es lo que domina la escena política también aquí. Y eso no es bueno”, ha remarcado. No en vano, para arrancar cuestiones de vital importancia para Euskadi (tranferencias, desarrollo del autogobierno, partidas para inversiones...) es indispensable no quedarse “alelados mirando a los espejitos y los cristales que nos mueven desde Madrid: eso se consigue trabajando, trabajando duro, día a día, con afán de superación, porque siempre hay cosas que se pueden hacer mejor, nuevas ideas que poner en marcha. Eso se consigue teniendo unas instituciones vascas fuertes, un autogobierno pleno que nos permita decidir aquí lo que necesitamos aquí”.

De hecho, el líder del partido ha ensalzado el acuerdo firmado con el PSOE para garantizar la estabilidad del presidente Pedro Sánchez, en el que “no hay ni una sola medida en las diez páginas que no traiga algo bueno para Euskadi, para el futuro y el bienestar de nuestro país. Nosotras y nosotros no nos distraemos con agendas paralelas. El PNV, agenda vasca: cumplimiento íntegro del Estatuto en dos años, con tres transferencias inminentes, entre ellas los ferrocarriles; bases para un nuevo autogobierno con reconocimiento nacional, bilateralidad y foralidad sobre la mesa; prelación de los convenios y acuerdos vascos frente a los estatales; mejoras en fiscalidad; mejoras en la gestión del funcionariado vasco; garantías para las prestaciones de jubilación de los y las cooperativistas y las mutuas; nuevas competencias para Navarra; un buen puñado de dinero para introducir el euskera en el nuevo mundo de la digitalización; hasta vamos a arreglar los problemas legales para la desanexión de Usansolo y vamos a devolver a Hondarribia terrenos de ámbito público que ahora están bajo dominio del Gobierno central…”, ha enumerado, para posteriormente insistir en que primero está la patria, y luego el partido.