Las fallas no permanecen ajenas a la actualidad ni a las reivindicaciones sociales. Una de ellas es el retorno del hospital La Fe al barrio de Campanar. Así las cosas, dos comisiones han plantado sus monumentos este año con esa idea en mente. Se trata de las fallas Avenida de Campanar-Hipólito Rivero y Guillem Sorolla-Recaredo, que se han solidarizado con el barrio.

Emilio Andrés, presidente de la primera de estas comisiones, explica que su falla «es la reivindicación» de Campanar. El monumento, obra de Jordi Palanca, se titula «Tener o no tener fe», y en él los falleros se quejan «de que se hayan llevado la Fe y que hayan dejado sin atención toda la zona que atendía el hospital». La aceptación de los vecinos de Campanar es «bastante buena», tal como indica Andrés, que comenta que la gente que pasa por la falla, situada en plena avenida de Campanar, les felicita «por el tema elegido». Este año, además, una nueva manifestación por el retorno de la Fe a Campanar coincidió con la «plantà» —se celebró el pasado miércoles—, y Andrés asegura que la marcha «se paró a pie de falla»: «Los manifestantes estuvieron preguntando y cuando se fueron nos dieron una ovación». La falla ha sido resultado de «varias reuniones entre falleros, un dibujante y el artista». «Les dijimos la idea que teníamos y poco a poco salió el tema, aunque hasta el último momento se han añadido escenas», comenta Andrés.

No es la única falla que recuerda La Fe de Campanar. El monumento de Guillem Sorolla-Recaredo, obra de Mauricio Vázquez, lleva por título «Cel o infern» y también habla del viejo hospital, que aparece con un cartel de «se vende», en una de sus escenas.