El arraigo de la fiesta de Halloween en la ciudad de Valencia no sería el mismo sin la capacidad de socialización que tienen las fallas. Porque aunque hay algunos actos masivos e iniciativas en locales de ocio y colegios, el movimiento más importante se realiza en las comisiones. Rara será aquella que no organice una fiesta al uso. Y aunque, a la vez, hay una corriente crítica —que una sociedad copie y utilice una fiesta que no tiene tradición alguna—, su asimilación y crecimiento , y sobre todo en los casales, se antoja imparable.

Y es que Halloween reúne las condiciones casi perfectas para desarrollar lo que se conoce como «hacer falla»; esto es, una excusa para que los miembros de la comisión de turno se reúnan.

Si a un colectivo le gustan las reuniones, si le gustan, por definición, los disfraces, las fiestas temáticas y las alternativas que son perfectas para el público infantil, la versión anglosajona de la víspera de Todos los Santos reúne las indudables garantías de éxito.

Y la prueba de ello será pasar por cualquier casal los días 29 y 31. Mayores y niños aparecerán caracterizados de cualquier forma espectral, para alegría de las tiendas de disfraces y vendedores de atrezzo.

Oktoberfest y Feria de Abril

No es la única fiesta de importación que los falleros han adoptado con gusto. Precisamente, Halloween coincide en el tiempo con las Oktoberfest que, sólo para adultos, se celebran también algún sábado por la noche. La trilogía se completa con la querencia por las fiestas andaluzas, que suelen ser el primer gran evento cuando se reanuda el ejercicio en el mes de abril y en el que los bailes tradicionales valencianos se aparcan momentáneamente en aras de marcarse unas sevillanas. Más antigua es la excusa de San Juan, aunque su crecimiento es exponencial en los últimos años.

«Desfile de monstruitos», «Merienda Terrorífica», «Juegos para pasarlo de miedo», «Túnel del Terror», «Truco o Trato infantil», «Monstruoso Cuentacuentos», «Baile de Zombies» son algunas de las actividades que se leen en los programas anunciadores. Son festejos que no engañan: lo mismo que se puede hacer en el casal cualquier fin de semana, pero en clave de terror. En algún caso ya se empieza a tematizar más allá de los estereotipos: L’Algüer-Ingeniero Rafael Janini, por ejemplo, lo hace en clave médica para convertir el casal en un «Hospital Sangriento».

Precisamente como desafío a Halloween ha surgido la iniciativa más novedosa de este año, promovida por el colectivo Falles del Carmen: la representación en la calle de Don Juan Tenorio. La obra característica de la Noche de Difuntos ofrecerá varias de sus pasajes más importantes en escenarios a pocos metros a la redonda. Partiendo de la calle Baja, los personajes irán acompañados de una procesión de antorchas para representar tan particular historia de amor en las calles Landerer, Sogueros y Plaza del Carmen. Y ya en la presentación del mismo se hacía alusión a que no será ése un escenario para el «truco o trato». Pero ambos convivirán durante la noche del lunes.