La falla municipal de 2019 empieza a mostrar algunas de sus características principales. Y una de ellas quedará oculta hasta la cremà. Las grandes figuras de «Procès Creatiu» están siendo realizadas en el taller de José Latorre y Gabriel Sanz a base de vareta, pero de una forma diferente a la convencional. La madera sólo puede convertirse en relieves a base de delgadas tiras. Pero si las «fallas de vareta», se suelen realizar con separación entre tira y tira y con la madera a la vista, en esta ocasión Latorre y Sanz unen cada pieza, sin aire entre ellas, creando un volumen compacto (que, además, al tratarse de material ecológico, contribuirá teóricamente a una «cremà» de calidad).

Pero la vareta no estará a la vista. La falla tiene que ser pintada por los grafiteros PichiAvo. Por lo que se cubre de una «tirada de blanco», que se convertirá en el particular lienzo tridimensional de los dos artistas. De hecho, en el taller, tal como mostró ayer la página web de la Junta Central Fallera, ya había también figuras totalmente blanqueada a la espera de la llegada del color. La gran figura central, que es la que tiene ahora la «vareta compacta» a la vista, también incluye un ensayo del grafiti.

Latorre y Sanz ya realizaron una acción artística especial en la falla del pasado mes de marzo, cuando algunas de las figuras corpóreas del diseño de Okuda se realizaron a base de polígonos de madera, en lugar de utilizar corcho blanco y escáner. El proyecto está llegando a su fase decisiva de preparación.