El futuro de los artistas falleros no pasa por lo que ocurra con las naves de Benicalap. Depende más de los márgenes de beneficio que ellos mismos se autoimponen y que, ya ha quedado demostrado, no cubren necesidades mínimas. Pero dar vida o finiquitar el complejo de naves artesanas es un símbolo de lo que puede suceder en el futuro. Y ayer, todas las concejalías que tienen algo que ver con el emblemático espacio (Cultura Festiva, Dominio Público, Movilidad, Urbanismo, Turismo...) se reunieron con los representantes del Gremio de Artistas Falleros para repasar lo hecho hasta ahora y las posibilidades de futuro.

A la salida, sensaciones encontradas. Por una parte, una noticia: ya se reconoce oficialmente, que la intención es trasladar a la zona la sede de la Junta Central Fallera. Pero los artistas salieron con pocas sensaciones positivas. Así lo reconocía el portavoz del mismo, Ximo Esteve. Especialmente, por un aspecto fundamental: los accesos al recinto para vehículos largos, necesarios no sólo para el transporte de fallas y carrozas, sino para toda aquella actividad artesana que pudiera, en un determinado momento, asentarse en la zona.

La nota de prensa oficial hablaba de «posible apertura de nuevos accesos», pero Esteve comentaba a la salida que «lo que nos han dicho de accesos es que no hay accesos ni habrá. Que no es posible. Lo que significa, literalmente, que nos "capan" el polígono. Actualmente hacemos maniobras incorrectas, invadiendo carriles en la Ronda Norte para trazar la curva. Si no nos dan un acceso correcto para vehículos pesados, es imposible activar todo aquello».

Hay promesas de mas fácil cumplimiento. Las agradecen, pero no solucionan problemas de fondo. Por ejemplo, ayudas para la mejora del Museo del Artista Fallero, para uniformar las fachadas, llegada del bus turístic y la posibilidad de realizar paradas largas o mejoras en la recogida de residuos. Anteriormente se han hecho otras actuaciones como la señalética, la instalación de paneles culturales, el mural de PichiAvo, talleres de perfeccionamiento para los artistas o la posibilidad de utilizar las aceras. Cuestiones ciertas pero que, dadas las urgencias, ya saben a poco cuando el compromiso general hablaba de una actuación mucho más ambiciosa, no por tratarse de un polígono (elemento que tiende a desaparecer de las grandes ciudades) y una actividad privada, sino por la singularidad de estas naves.

Un solar clave

Otro aspecto que se habló fue el del solar que actualmente figura como de uso escolar. Se ha llegado a la conclusión de solicitar a la Consellería de Educación que se pronuncie si les es necesario o no. Es decir, que lo libere, puesto que las necesidades en materia educativa estás cubiertas en la zona.

Esto permitiría cambiar el uso del espacio y poder ejecutar uno de los elementos fundamentales: la construcción de una nueva sede para la Junta Central Fallera, cuyo proyecto ya está encargado.

La sede fallera sería un paso importante porque supondría dar vida al conjunto, compatible con la actividad profesional (cuando llegan los falleros está acabando la jornada de los artistas) y, sobre todo, por su equipamiento (salón de actos y posibilidad de articular actividades). Pero faltaría todavía la posibilidad de ampliar la Ciudad construyendo nuevas naves en el resto de terrenos, bien para artistas falleros, bien para empresas primas hermanas.