La actividad fallera del año natural la marca, desde hace quince años, la Federación de Primera A, que ayer repitió el rito de presentarse el primer día del año, en sus primeras horas, para realizar la primera ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Aquella mañana de 2005, cuando se creaba también la propia federación, esa fábrica de ideas que es Armando Serra ideó, con su particular juego de palabras, la idea de que las falleras mayores desafiaran, en la medida de lo posible, los excesos de la noche de fiesta y se presentaran ante la Mare de Déu a primera hora, impecables. Pasan los años y la tradición se mantiene. Diez falleras mayores acudieron a la cita, para la que la basílica les había reservado la primera fila en la misa de la una del mediodía.

«¿Quienes son las chicas que llevan flores?» preguntaba una turista francesa, una de las muchas turistas que se encontraron con la estampa, que si no es aún más llamativa es porque van vestidas de "civil", aunque todas ellas lucían un medallón de la patrona, el que utilizan cuando llevan el traje de valenciana. Al acabar la misa, y mientras se interpretaba la salve, entregaron los ramos, que presiden desde entonces el altar mayor.

Premio para Patricia Campos

Y a pesar de que las Fallas están, como quien dice, a punto de empezar, la Federación que preside Paco Romero no ha concluido sus actividades colectivas del ejercicio. A lo largo de doce meses, este grupo de comisiones (unidas por militar en la categoría de plata) y su federación han logrado articular una serie de impactos dentro de la sociedad que la cobija. Y el que falta es la entrega del premio «Una de Primera», que se concede a una mujer que se haya distinguido en algún ámbito de la sociedad valenciana, con la particularidad de rehuir del siempre socorrido ámbito fallero y extenderlo a otros. Así, el día 13 la galardonada será la ondense Patricia Campos, primera mujer que pilotó un reactor de combate, y que se une a sus antecesoras: la doctora Ana Lluch; la empresaria y enóloga Ana Suria, la tenista Anabel Medina y la directora de orquesta Beatriz Fernández Aucejo.