La crítica de barrio es un elemento esencial en la historia de las Fallas, aunque no sea el recurso más utilizado habitualmente en los guiones. Normalmente suelen ser fallas en unos barrios muy determinados, con mucha personalidad, donde se suelen dar con más frecuencia. Uno de ellos son los Poblats al Sud. Y una de sus comisiones, la del Grup de Peixcadors del Perellonet, se hará eco el próximo mes de marzo de una de las medidas de movilidad más polémicas que se han acordado en los últimos tiempos: la reducción de la velocidad en la CV-500, que ha establecido el límite en 60 kilómetros por hora, incluyendo las grandes rectas en las que, hasta ahora, había un margen de hasta 90 kilómetros por hora.

«DGT. Delincuencia General de Tráfico» es el lema del proyecto que está ultimando el artista Jorge Navarro ultima para la comisión. Se remata con un «radar» hiperbólico que representa el que hay ubicado en la recta y que causa verdaderos estragos entre los conductores.

Desde que se estableció el brusco descenso en el límite de velocidad se han realizado todo tipo de acciones de protesta, tras el acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento. Las protestas son tato por la limitación como por el estrechamiento de la calzada y la raya continua, factores que ralentizan la marcha. De hecho, la falla es una amalgama de señales de tráfico, robots, barracas, una recreación de la Carretera del Saler y, sobre todo, el enorme radar.

No es la primera vez que la comisión del Grup de Peixcadors, que plantará este año su falla numero 38 de su historia, se dedica a criticar la circulación de la CV-500. Ahora, sin embargo, con el argumento del año.