Quedan apenas unas horas para la celebración de las exaltaciones de las falleras mayores de València, en sesiones de viernes y sábado. Es, sin duda, el acto más inmutable del protocolo de la fiesta. Por eso, cualquier novedad que se produzca, por pequeña que sea, llama la atención. En este caso, sin embargo, quizá menos, pero no por ello deja de ser llamativa. Marina Civera y la corte de honor dejarán de ser mujeres solteras, «senyoretes» (que lo son) y serán recibidas en el preámbulo como «dones» (que también lo son). Y conforme vayan saliendo serán, exclusivamente, Susana Yagüe Bodoque, Neus Lozoya Amargós, María Cavero Cuadros y así sucesivamente. Se elimina así el apelativo que marcaba la condición familiar de la fallera en cuestión. No hace tanto tiempo, hace un cuarto de siglo, además de «senyoretes», eran «grasioses senyoretes», aunque la palma se la llevaba la fallera mayor, que era una «polida donzella». Pero los tiempos cambian.

Por lo demás, el protocolo se mantiene con la dinámica de siempre porque es un acto que pervive con el paso del tiempo. Ayer, en el ensayo, se practicaba el deporte al uso: elucubrar con el color del espolín de Marina. Lo conocieron, anoche mismo, las doce falleras de la corte, a quien la fallera mayor invitó a cenar. Desde la puerta del Palau se ven los ventanales de la casa de Marina. Y de allí partirá el viernes, sobre las ocho de la tarde.

Otro de los protagonistas será su primo, Robert, que será el encargado de llevar, junto con la fallera mayor y presidente infantil de Marina cuando fue fallera mayor del Barrio de San José, la banda, las flores, la «jooia» y, sobre todo, el cojín. Marina y Robert tienen una relación muy especial. Se llevan apenas medio año y se han criado juntos. Será la primera vez que un chico especial se encarga de ejercer de paje de una fallera mayor.

El espectáculo de la exaltación de la fallera mayor lo protagonizará la Banda Municipal. Con ellos sabes que no te vas a equivocar. Un concierto de la municipal es un recurso que se ha utilizado más de una vez y servirá también para que Rafael Sanz-Espert, el nuevo director, pueda ofrecer su particular repertorio, en el que los instrumentos valencianos tendrán también su protagonismo.