Uno de los grandes símbolos culturales de la República Dominicana es la «Muñeca sin Rostro», una tradición artesanal de este país en el que la mujer caribeña, sin rasgos, realizadas en cerámica y que simboliza por esa ausencia de rasgos la fusión de etnias que ha conformado la parte hispana de la isla de La Española. Ahora, el artista Juan Lorenzo las ha reconvertido en falleras en la muestra «Versiones» que puede verse en la Estación del Norte. El artista ha elegido València como lugar para, transmutando el proceso cultural artesano, convierte en icono propio tan universal obra. Inspirado en trajes tradicionales, se pueden contemplar (original y adaptación) en la Estación del Norte hasta el 31 de julio. Juan Lorenzo, en este caso, recrea minuciosamente los estampados de la tela de valenciana, las puntillas y hasta la banda de fallera. Ayer, las falleras mayores Marina Civera y Sara Larrazábal y el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, las conocieron de primera mano junto al cónsul Jorge Cordero y la ministra consejera de la embajada, Ligia Reid. Las Fallas tienen además una vinculación afectiva con la República Dominicana porque, a la vez que se reconocía a la fiesta como Patrimonio Inmaterial, lo era también el merengue, la música típica dominicana en la histórica convención de finales de 2016 en Etiopía.