Las celebraciones de Año Nuevo han dado a conocer un nuevo concepto de espectáculo multimedia que combina la pirotecnia y los efectos de luz. Se han visto en las ciudades de Singapur y Lodz. Tanto en la ciudad-estado asática como en la polaca (que guarda muchos parecidos con València por ser la tercera en población de su país y tener un número de habitantes muy parecido), el año 2020 fue recibido con una combinación de pirotecnia y "Dancing Drones". Es decir, un ballet recreado en las alturas con drones que incorporaban luces led y que se movían de acuerdo a un programa preconcebido.

Ya se empieza a cuestionar si no va a supone un giro en el concepto de la pirotecnia y el espectáculo multimedia, al producirse una combinación entre las carcasas y la generación de imágenes a través de los drones, que sobrevuelan a gran altura. Es un concepto nuevo, como lo fueron en su día los "mappings" (que, por ejemplo, son un clásico en el Arco de Triunfo de París).

En esta ocasión, tanto en Singapur (una de las ciudades "madrugadoras" del mundo que reciben el año) como en Lodz (ésta, de una forma claramente más modesta que la otra) se trazaban en el cielo diferentes mensajes y simbología tanto local como universal, así como incluso un reloj acercándose a la nochevieja.