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Javier Zarco y Blanca, el otro "ninot indultat" de hace 75 años

Los protagonistas de la película "El Clavo", Rafael Durán y Amparo Rivelles, fueron salvados del fuego para hacer un obsequio

Javier Zarco y Blanca, el otro "ninot indultat" de hace 75 años

Las Fallas tienen institucionalizado un indulto por votación popular. Pero de todos es sabido que no son las únicas que se salvan del fuego. El Gremio de Artistas indulta una selección de figuras para su museo y luego viene el siempre controvertido caso de los indultos que se llevan los cargos representativos; especialmente, cuando, ocasionalmente, y con el paso del tiempo, alguna de estas figuras aparece en un contenedor de basura.

Un No-Do de las fallas de 1945 permite recuperar uno de los indultos extraordinarios que se han llevado a efecto en la historia de la fiesta y que corresponde a dos figuras de enorme calidad. Tanta, que se convirtieron en un obsequio oficial.

La plaza de San Jaime plantó ese año en la Sección Especial con una obra de Octavio Vicent, que se llevó el segundo premio (era los tiempos de un Regino Mas intratable). Entre las escenas incluye una reproducción realista de los protagonistas de la película más en boga en aquel tiempo: "El Clavo", producida el año anterior por la compañía valenciana Cifesa. Eran Rafael Durán y Amparo Rivelles, caracterizando en la ficción a Javier Zarzo y Blanca o Gabriela Zahara, en una película con una trama descrita como que "no hay nada tan insospechadamente novelesco como la realidad". "El Clavo", dirigida por Rafael Gil, está muy bien considerada en la historia del cine español, a medio camino entre el "thriller" y el melodrama romántico.

Cuentan las crónicas que, durante la semana fallera acudió a València el entonces jefe de la sección de Enseñanzas Artísticas del Ministerio de Educación Nacional y delegado del bobierno en los Teatros del Estado, Fernando José de Larra, para impartir una conferencia ("Los conservatorios, centros de enseñanza superior"). La conferencia tuvo lugar el día 20, pero debió aprovechar los días previos para conocer la ciudad porque aprovechó para solicitar las cabezas de los dos actores-personajes para que formaran parte del Museo Nacional del Teatro. Pocos son los documentos gráficos que se conservan de aquellos ninots. Uno de ellos apareció en el libro "L'Indult del Foc", publicado por el Ayuntamiento y escrito por la Associacio d'Estudis Fallers, y ese No-Do permite visualizar la obra durante unos segundos, en planos medios e individuales.

El historiador Josep Joan Coll también hace referencia a este episodio, mostrando una imagen en la que se demuestra que estas dos figuras estaban separadas del resto de la falla (de hecho, en la imagen ni siquiera se ve alguna cartela alusiva). Coll menciona la presencia por motivos profesionales, tanto de Rafael Gil como de Rafael Durán enla ciudad (dentro de la lista de "personalidades ilustres llegadas a Vallència" los refleja Levante-EMV), con lo que también es de imaginar que se les llevaría a la plaza de San Jaime a conocer las singulares piezas.

La reproducción era de una factura extraordinaria tratándose de material efímero (ni siquiera se trabajaba todavía el cartón, sino que las caras eran aún por esa época de cera y la vestimenta, caracterizados como tipos decimonónicos, era de tela real), pero nada sorprendente en las manos de Octavio Vicent, un futuro Premio Nacional de Escultura, cuya producción fallera fue esporádica, aunque muy larga en el tiempo. Tanto, que esta falla es de 1945 y aún se le vería en el accidentado Coloso de Rodas caído y reconstruido en los años 1970 y 1971 o el posterior "Pensador de València" de 1972, su última falla. También fue quien convirtió en tridimensional el complicado boceto de la falla de Dalí de 1954. En competición, tras esta falla de San Jaime, tan sólo plantaría dos veces más para Castellón-Segorbe en 1947 y 1955.

El indulto por votación popular fue para "Manolo, el de l'escurada", con el que José Arnal García iniciaba su particular y asombrosa serie de trabajos para la actual Plaza de Luis Cano y por entonces Felipe Valls-Campamento, de Benimàmet: plantó cinco fallas con cuatro indultos, todos de tipos populares.

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