Las restricciones que marca Sanidad para las reuniones sociales ha provocado una situación complicada para la actividad fallera, pues en los casales no pueden reunirse más de seis personas. La segunda ola de la pandemia está obligando a agudizar el ingenio para articular la interrelación. Ya de demostró la comisión de Carteros-Litógrafo Pascual y Abad fomentando entre los infantiles la alimentación sana.
La comisión de Arzobispo Olaechea-San Marcelino es la siguiente que ha mostrado cómo tratar de salvar los obstáculos. La aplicación Zoom sirve, de momento, para que los actores puedan reunirse e iniciar los ensayos de forma virtual con el primer episodio: la lectura colectiva. Es la mejor forma que pueden tener, ahora mismo, los grupos de teatro para ponerse en marcha ante la cita de futuro, que se producirá ya en 2021.
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Se da la curiosa circunstancia de que, en las actuales condiciones sanitarias, el elenco no puede reunirse para ensayar, pero sí que podrá hacerlo para llevar a cabo las representaciones. Aunque, precisamente, actividades como ésta se han prestado al debate, al tratarse de una actividad cultural. Pero en la actualidad, en los casales hay orden terminante de no rebasar la media docena de personas.
La comisión que preside Silvia Atienza tiene grupos de teatro de altísima exigencia y, de hecho, son habituales en los puestos de honor. Para cuando se levante el telón puede que las circunstancias hayan ido cambiando. Las representaciones las tienen los días 9 de enero (Segunda Categoría de adultos), 26 de enero (Juvenil) y 6 de febrero (Infantil).
