La asamblea será el lugar en el que los presidentes de falla ratificarán el próximo miércoles la celebración de la fiesta. No se espera otra resolución que la de dar el visto bueno, aunque no sean las fechas que deseaban ni la comisión de seguimiento ni Cultura Festiva, que abogaban más por el mes de julio. Pero la opción de poder celebrar algo es algo por lo que se lleva suspirando desde hace tiempo.

Lanzar la convocatoria antes incluso de la reunión de este lunes con Sanidad, es una forma de contestación a la consellería por anunciar la ventana de fechas antes de dicha reunión. Tanto es así, que el concejal justificaba que la convocaba "después de las informaciones aparecidas en prensa", dejando entrever su disgusto. Unas fechas que ya le facilito el pasado lunes la consellera Ana Barceló y que tan sólo quedaba pendiente de la reunión de la Interdepartamental del pasado sábado.

A lo largo de las últimas semanas se ha hecho una intensa campaña a favor de la necesidad de celebrar los festejos, aunque sea en versión reducida. Primero, en lo social, para dar incentivo a los propios falleros y que, constatando que vuelve la actividad, se reactive la fiesta y, de paso, se eviten las bajas en el censo. Y en lo económico, por la necesidad de activar a los sectores vinculados por proximidad, especialmente los de indumentaria, pirotecnia y artistas falleros. Razones que se esgrimirán para que no se vote en sentido negativo. En asambleas anteriores se había planteado el no celebrar nada y remitirse ya directamente a marzo de 2022 y se había argumentado las fatales consecuencias que esto supondría.

Tras la reunión de este lunes, los presidentes recibirán una especie de pliego de condiciones con las que se celebrarán las fiestas.

Las fechas coincidirán prácticamente con lo que habría sido el "Mig Any", pero en versión, obviamente, mucho más extendida y con más contenidos. Pero, a al vez, mucho menos extendida y con menos contenidos que unas fiestas falleras convencionales. Las condiciones sanitarias, y con ello, los umbrales de aforos y demás escenarios de celebración, seguramente, no se conocerán plenamente hasta que se acerquen más las fechas, puesto que estamos hablando de cuatro meses de distancia, enlas que la situación sanitaria irá cambiando.