Uno de los nudos de la reconstrucción de la fiesta se ha deshecho: las fallas municipales. Finalmente, tras varias reuniones presenciales y telemáticas del concejal de Cultura Festiva se ha llegado a la solución más natural que quedaba para liquidar los monumentos con los pocos días disponibles en las «Fallas de mínimos» previstas en septiembre.

En esa versión reducida, la plaza municipal estará presidida por La Meditadora. Es decir, el busto de «Açó també passarà», lo que se salvó del fuego, más los ninots que debían haberse repartido por la plaza y algún elemento más.

Para ello, Manolo Martín y José Ramón Espuig aún tienen que sacar el busto de La Marina, donde permanece desde hace un año y reconstruir los daños, implorando para que éstos no sean irrecuperables. Hay que recordar que, tras decretarse el confinamiento general el 12 de marzo, la pieza permaneció a la intemperie, aguantando varios días de lluvia, hasta el 23 de marzo. El pasado mes de diciembre, con motivo del traslado de algunos fragmentos de falla del recinto portuario, pudo constatarse que el busto ha sufrido deterioros y que precisará de reconstrucción. Nunca se contempló recuperar la totalidad de la falla, el cuerpo y piernas de la chica diseñada por Escif.

Esta quema tendrá como preámbulo la retirada simbólica de la mascarilla si las autoridades sanitarias confirmaran para entonces que se puede circular sin ella por exteriores.

Esto significa que la falla contratada y prevista para 2021, «Protegeix allò que estimes», de Alejandro Santaeulalia, que está prácticamente finiquitada desde el pasado mes de marzo, sobrevivirá un año. Será plantada y quemada en marzo de 2022.

Por lo que respecta a las fallas infantiles, también se desdoblarán. «Saps quí soc?», de Ceballos y Sanabria, la fallita prevista para marzo de 2020, se quemará en septiembre. Y «Saps quí soc... també?» también sobrevivirá hasta 2022 (figuras de ambas fallas pueden verse todavía en una exposición antológica de ambos artistas en el Centro del Carmen).

Dudas entre los artistas

Y mientras se resuelve ese nudo, quedan muchos pendientes por resolver. Ayer hubo asamblea del Gremio de Artistas Falleros, previa a la que tiene que mantener el maestro mayor, Paco Pellicer, con Galiana. Una de las peticiones que le va a formular es que un grupo de artistas acudan a Feria València a peritar las piezas allí almacenadas, como paso previo a su traslado, para tratar de conocer en qué estado se encuentran y las necesidades de reparaciones que tienen.

En un colectivo tan heterogéneo se plantean dudas y diversidad de opiniones. En general, por ejemplo, no acaba de entenderse la Exposición del Ninot de julio, teniendo en cuenta que buena parte de las figuras serán las mismas que en 2020 (se estoma que llevarán piezas nuevas las comisiones más competitivas), así como quien pagará ese transporte. Más división de opiniones hay sobre la conveniencia o no del concurso de fallas, que está aprobado desde hace meses. «No se quiere ni dar pena ni quejarnos. Lo que queremos es hacer las cosas bien», aseguró Pellicer al acabar.