Las Fallas de Septiembre se celebrarán. Y estarán acompañadas no ya de un programa de festejos, sino de una actividad social que, se antoja poca cosa si se ve con gafas de normalidad y se ve como mucha cosa si se piensa que, hasta ahora, ninguna fiesta popular ha podido celebrar, ni por asomo, lo más parecido a una secuencia de actividad tradicional. Las fallas se plantarán y se quemarán. Sus protagonistas, los falleros, podrán disfrutarlos con restricciones, las mismas que tiene la sociedad en general. Ahora falta que sus protagonistas, y los que las vean como espectadores, sean capaces de no cometer excesos.

Falleros de Malvarrosa, colgando las «senyeras».

No es de extrañar, por ello, que el principio de acuerdo genere tanta división de opiniones. Desde los que piensan que, para eso, no valía la pena hacer nada, a los que consideran que es un agravio a las Fallas y a sus protagonistas.

En el término medio queda una serie de premisas que tienen, como elementos más importantes, que la mascarilla acompañará a falleros y falleras; que algunos actos se parecerán poco a su modelos habitual, como la Ofrenda; y que otros ni siquiera se contemplan.

Pero la Mesa de Seguimiento no salió descontenta de la reunión con la consellera de Sanidad, Ana Barceló: el 99,9 por ciento de lo que llevaron como programa de intenciones obtuvo la bendición de las autoridades sanitarias. «Era difícil que echaran atrás cosas porque ya de por sí estaban muy adaptadas a la normativa actual» se comentaba a la salida. Aunque había algún eje troncal que podía perfectamente haberse desechado, como la Ofrenda. Pero se celebrará sacrificando la presencia de público (se supone, al fin y al cabo, que se va por devoción, no por lucimiento) y a usar mascarilla.

Mascarillas en exteriores

Precisamente, el cubrebocas es una de las muestras de voluntad más acusada: se obligará en los eventos a pesar de que la normativa vigente dice que, en los exteriores, y con distancia de seguridad, no es necesario utilizarla.

Y es que, en la negociación, también se incidió en las renuncias que se hacían de salida: nada de actos masivos, nada de actos conjuntos, ni de verbenas. Y que, por contra, celebrar las Fallas, aún en esta versión suave, sirve para reactivar la economía (movimiento habrá) y hasta la moral de una parte de la ciudadanía. ¿Y si se produce algún brote? Ahí está el quid de la cuestión. Se apela a que las Fallas han creado la figura del Coordinador Covid que debe velar por el cumplimiento de la normativa en cada comisión. Que le hagan caso a pie de carpa o a pie de falla es lo que condicionará el éxito o el desastre de la que va a ser la primera fiesta de carácter internacional que se pone en marcha.

Un buen arreglo

Reconocía el presidente de la Interagrupación que este visto bueno, aunque tenga algunos flecos pendientes como el de los músicos o los pasacalles, es un buen arreglo. Basado, según aseguraba en que «hemos trabajado durante muchísimos meses para llegar a este punto. Había ciertas dudas, pero al final todas las proposiciones que se hicieron en su momento se han cumplido y vamos a poder celebrar unas fallas seguras y responsables».

Programa de actividades

Las Fallas 2021 tendrán un programa parecido al de unas fiestas convencionales, con los monumentos infantiles cinco días en la calle y cuatro, los grandes. Todos ellos divididos en secciones y participando en un concurso. Pero con una particularidad: que hay que evitar las concentraciones humanas.

Esto preocupa, en todo caso, en la docena larga de emplazamientos donde se planta la Sección Especial y la Primera A. Y aún así, no es la misma realidad, por ejemplo, la Plaza del Pilar -un recinto pequeño- que l’Antiga de Campanar -una plaza ancha-. La Federación de Especial se ha comprometido a hacer controles de aforo, sea con un sistema inteligente -pendiente de conseguir un patrocinador- o sea manualmente. Sí que será innegociable la creación de un circuito, con una salida y una entrada, y la obligatoriedad de la mascarilla.

A partir de ahí, se restringen eventos, como la recogida de «ninots», que ya no será multitudinaria -se entregarán gradualmente a lo largo de un día entero-.

Plantà y pirotecnia

Los artistas falleros (que no han participado de la reunión, lo mismo que las Federaciones de Especial y Primera) podrán trabajar después del toque de queda, así como un grupo restringido de falleros colaboradores, para la «plantà».

La pirotecnia en las comisiones no preocupa porque se considera que son disparos de poca afluencia, similares a los numerosos que ya se han celebrado en numerosas poblaciones. Pero está descartado desde el primero minuto el disparo en la plaza del Ayuntamiento. Como bien se sabe, se repartirán en diferentes emplazamientos.

Ofrenda y entrega de premios

La Ofrenda, como queda dicho, será sin público y con mascarilla. No preocupa que la reducción en el número de participantes genere parones porque no se va a tratar de un espectáculo con público. Tampoco parece que se vayan a modificar los horarios, porque éstos apenas supondrían cambiar media hora arriba o abajo.

No se ha hablado nada en estos días de la entrega de premios, que no deja de ser un pasacalle en toda regla. Es una de los flecos que quedan pendientes.

Carpas y música

La actividad en las carpas (abiertas en los laterales para considerarla recinto exterior) se equipara a unas macro-terrazas: mesas de diez personas, a lo que se añade la promesa de generar grupos burbuja: siempre las mismas personas en las mismas mesas, niños incluidos.

Sin verbenas ni discomóviles, la animación correrá a cargo de «actividades culturales», las que se han celebrado, por ejemplo, en la Gran Fira: monologuistas, cuentacuentos, etcétera.

La cremà, a revisar

La «cremà» está pendiente de reforma. Va a haber que coger una planilla y rediseñar los horarios. Sea quemando fallas infantiles y grandes a la vez, graduando para que la Especial sea la última y amoldando el servicio de bomberos. Pero el toque de queda obliga a evitar no ya que la falla municipal arda a la una de la mañana, que también, sino que numerosas fallas no lo hagan a las dos o tres de la madrugada.

Restricciones de Fallas