Las Falleras Mayores de València Consuelo Llobell y Carla García, junto a sus Cortes de Honor y el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, visitaron ayer algunos monumentos para conocer cómo se estaba desarrollando esta «plantà» tan atípica.

Por la mañana, fueron las máximas representantes infantiles las que visitaron algunas fallas del centro. Por la tarde, fue el turno de Consuelo Llobell y su Corte de Honor, que acudieron a la falla Calvo Acacio para mostrarles su respaldo tras la caída del monumento. Galiana señaló a este diario que «se trata de una visita informal, pero todas están encantadas porque tenían muchísima ilusión por reprender las actividades y además, durante esta semana, no tendremos mucho tiempo de visitarlas».

Por otra parte, el concejal puso en valor el trabajo que están realizando las distintas comisiones para adaptarse a las medidas sanitarias. Como ejemplo recalcó la anécdota que había vivido en su comisión. «Me conocen de toda la vida, pero, para poder coger una botella de agua, me han pedido que escribiese mi nombre, apellidos, DNI, número de contacto y firmase», expresaba. «Los falleros me decían que yo también debía cumplir con las medidas que habíamos acordado», declaraba entre risas.

Galiana añadió que la primera noche del fin de semana previo a la semana fallera, la del sábado, «había transcurrido sin ningún altercado». No obstante, apeló «a la responsabilidad individual y colectiva no solo del fallero, sino de la ciudadanía en general para la celebración de estas fiestas» y remarcaba que «dentro de las Fallas no se va a realizar ninguna actividad que no se haya hecho ya». En este sentido, exponía que «los vecinos y turistas pueden ir por la calle viendo una falla como quien observa una escultura» o «están en el casal como si se tomaran alguna bebida en una terraza», por lo que, en sus palabras, «no estamos haciendo nada nuevo».