El conflicto entre las fallas y la religión se convierte en tradición

El judaísmo es la cuarta gran religión, tras catolicismo, islam e hinduismo, que considera lesionada su imagen con la plástica fallera, tras aparecer la Estrella de David en la Exposición del Ninot

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asdasdasdasdasdkjsaldas lkajd lkajda lkadas lkasd alskdas | NOMBRE FEQWIEOTÓGRAFO / MOISÉS DOMÍNGUEZ. VALÈNCIA

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La polémica generada por el «ninot» de la falla Arrancapins dedicado a la Guerra de Gaza, se ha basado en que pretendiendo ser una crítica al gobierno de Israel, ha sido considerado como «antisemita» por colectivos judíos. Hasta el punto de reclamar -y obtener- una aclaración para no meter en el mismo saco a quienes profesan una religión con quienes dirigen los destinos de un país.

Se trata del penúltimo episodio de desencuentro entre la sátira fallera y las creencias religiosas. Con la incorporación del judaísmo, el catálogo de principales religiones está prácticamente completo.

Dificultad para entender el sentido crítico

Y han sido indistintamente la religión tradicional del país o las incorporadas a raíz del fenómeno de la inmigración. En líneas generales hay que llegar a la conclusión de que las quejas, airadas en no pocas ocasiones, proceden de la dificultad para entender el sentido de la crítica fallera, que incluso no siempre hacían una referencia explícita a la religión como tal, sino que servían como hilo conductor, metáfora, de una temática ajena a la práctica de una creencia.

El Jesús hiperrealista

Y no se salvan ni los católicos y cristianos. En la actual Exposición del Ninot, una figura hiperrealista de Jesús de Nazaret pasa sin generar ya conflicto. A pesar de que tiene su punto de sátira: los «ripios» incluyen las bienaventuranzas, para rematar con una que augura el ninot indultado a quienes han estado en una horchatería. En alusión a las figuras de l’Antiga de Campanar y Exposición-Micer Mascó.

Pero no hace tanto tiempo, una figura neutra del propio Jesucristo, dentro de un confesionario, generó un escándalo de primer orden. Y de eso hace tan sólo veinte años. Pagaron la novatada los falleros de Reina-Vicente Guillot (territorio con mucha implantación de la Semana Santa Marinera) y el artista Ernesto Mira. La figura se retiró y no se exhibió.

La figura de Jesús para la calle de la Reina

La figura de Jesús para la calle de la Reina / RLV

Jesús y el Papa

Muy poco después, García Morato-Yecla no se andaba por las ramas y publicaba un ninot de Jesús sufriendo para sostener en pie a un ya anciano Juan Pablo II.

Desde entonces, Jesús, San Pedro, San José y el mismísimo Dios han aparecido de forma reiterada y los creyentes lo han aceptado o tenido que aceptar.

La Virgen de los Desamparados se ha visto en diferentes figuras, especialmente infantiles, normalmente indultadas por las propias falleras. El pasado año, sin ir más lejos, se cuestionó qué iba a pasar con la imagen de Reina-Paz-San Vicente de la falla dedicada al Centenario de la Coronación. Finalmente forma parte del Museo Mariano. Ese mismo año se han visto Vírgenes de los Desamparados con variaciones estéticas, incluyendo una con rasgos más atrevidos, presentada por Espartero-Ramón y Cajal.

La comunidad católica no está plenamente sellada: tan cerca como en 2018, un Pere Fuset vestido como San Vicente, haciendo una «peineta» con el dedo (el corazón, en lugar del índice) generó la protesta del mundo vicentino y hubo que reformarla.

Esto es iconografía, que no personajes. Los sacerdotes católicos se han convertido en fuente de crítica por la aparición de abusos sexuales. Ahora mismo, en la religión católica, prácticamente vale todo.

Pero si hay que recordar un episodio por tumultuoso, ese lo protagonizó la comunidad hindú con la falla Ceramista Ros en el año 2013. Una falla ambientada en la India generó protestas de la comunidad hindú, que consideraba un sacrilegio la incorporación de lo que para ellos son símbolos sagrados, como la diosa Siva. Hubo hasta un intento o amenaza de inmolación de un fiel, que acudió con un bidón de gasolina. En este caso, la indignación de los fieles era directamente proporcional a la de la falla -y, por qué negarlo de la comunidad en general-, que veían un no entender que son figuras que ni simbolizan ni pretenden simbolizar la quema de otra religión. La comisión actuó con frialdad y retiró las figuras más polémicas para tener la fiesta en paz.

La mezquita de Duque de Gaeta

Parecido, pero con menos estridencia, que lo sucedido en Duque de Gaeta-Pobla de Farnals, en la que una media luna con una expresión religiosa y una mezquita fueron retiradas tras reclamarlo miembros de la comunidad musulmana. Unas conversaciones en las que también dominó la cabeza fría acabaron por permitir la exhibición de las mismas y su posterior retirada, mientras la ciudadanía volvía a cuestionar, con un punto de incredulidad, por qué había que ceder ante algo que no era un acto de fe contra ninguna creencia. El final en este caso fue que las figuras fueron retiradas en un vehículo no adaptado para ello, con lo que fueron deteriorándose desde el momento que pasaron de propiedad.

La Falla Duque de Gaeta indulta una media luna y una mezquita con inscripciones en arabe donde se podia leer “coran” para no ofender a la comunidad musulmana

La Falla Duque de Gaeta indulta una media luna y una mezquita con inscripciones en arabe donde se podia leer “coran” para no ofender a la comunidad musulmana / Germán Caballero

A primeros de los ochenta, la crisis de Irán generó hasta amenazas por la inclusión del ayatolá Jomeini, por entonces líder de la recién creada República Islámica. Na Jordana optó por tapar la suya con una capucha dentro de una escena en la que, en un tiovivo, perseguía al depuesto Sha de Irán, Reza Pahlevi.

Eso, en lo tocante a creencias. Personas que se han sentido retratadas en situaciones, en el mejor de los casos, comprometidas, es antiguo como la propia fiesta y en más de una ocasión se han saldado las discrepancias a bofetadas. Como la que se llevó un día Regino Mas, el mito de artistas falleros, a manos (abiertas) del presidente de la Feria de Muestras en 1947 por insinuaciones estraperlistas.