Una Cabalgata del Ninot más social que política

Seis comisiones participan en la Cabalgata del Ninot, llena de referencias a la inflación, al turistificación o la necesidad de apostar por el medio ambiente; y con muy pocas menciones al cambio de colores en el consistorio o a polémicas locales

El cambio climático y el respeto por el medio ambiente; las guerras; los problemas para acceder a una vivienda; el encarecimiento de la vida; la obligación de emigrar para una vida mejor; la turistificación... son algunos de los temas que han tratado las seis comisiones que este sábado han desfilado por el centro de València con motivo de la Cabalgata del Ninot de las fallas 2024.

El viento y sobre todo la lluvia —con una previsión del 100 % a partir de las 18:00 horas—han respetado el trabajo de creatividad, ingenio, sátira y humor que desplegaron los pequeños y mayores de las fallas. Y con Albacete – Marvà, una vez mas, como triunfadora al ganar el premio al mejor conjunto, haciendo buena su fama de cabalgatera, ganada a lo largo de las décadas y con sus vecinos de Els Doctors sumando también premios de rango. Llamó la atención la ausencia de la comisión Arxiduc Carles – Xiva, prevista inicalmente y que finalmente no participó, aunque no trascendieron los motivos.

La cabalgata ha sido más social que política en comparación a otros años y todas las comisiones, de una manera u otra, incidieron en problemáticas sociales, dejando en un segundo plano la escena política y sin casi referencias al cambio de colores en el consistorio local.

Bajo la mirada de las cortes y las falleras mayores de València, que vieron la cabalgata desde la plaza del Ayuntamiento como es habitual, Quart-Palomar empezó a desfilar y llevó al público al espacio, en concreto, a la luna, donde se imaginaron la llegada de los humanos y, cómo no, de las fallas.

Fallas en la luna

En una propuesta con todo lujo de detalles y muy trabajada —lo que les mereció el primer premio al vestuario—, no faltó el ‘alunizaje’ de los concejales, las comisiones y los miembros de la Junta, convertidos en astronautas; nuevas paradas de Metrovalencia interestelares, dedicadas a los diferentes gremios artesanos que trabajan alrededor de las fiestas josefinas —pirotécnicos, floristas, peluqueros, maquilladores, orfebres; indumentaristas y artistas—; los equipos de limpieza y la necesidad de hacer unas fallas más sostenibles; o las derramas y la necesidad de buscar fondos económicos de las comisiones, como la ‘cara oculta’ de la luna. En la imaginación de Quart-Palomar, en el satélite también había vecinos antifalleros e, incluso, churrerías

Por otro lado, los viajes siguieron con Santa Maria Micaela-Martí L’Humà. Desde «Micaela Travels» el público hizo un recorrido por el turismo gastronómico, el cultural o el de aventuras, con disfraces de conocidos platos —y unos adorables bebés-shushi—; cuadros famosos, danzas de Bollywood; o traslados en globo y parapente. La crítica llegó con el turismo low-cost, con una figura sobre el balconing y críticas a las borracheras, así como a las «injusticias y al fanatismo contra la población civil» con un «llamamiento a la paz» y mención expresa a Gaza. También aparecían los mayores y el ‘modelo’ Benidorm.

En tercer lugar, Blas Gámez- Ángel Villena —comisión que se estrenaba con mucha ilusión—, utilizó como hilo conductor el viento y los aires, haciendo paralelismos con problemas como las listas de espera de Sanidad, el Valencia CF y Peter Lim; la subida de los premios y la inflación —por ejemplo, del aceite—; y también una apuesta «por un futuro más ético», con unas sorprendenres falleras con vestidos hechos al completo de bolsas de plástico. 

¿Artesanía o IA?

En cuanto a Doctor Gil y Morte-Doctor Vila Barberà (en colaboración con su sector), la falla apostó por un alegato a favor de la artesanía y en detrimento de la Inteligencia Artificial, con la participación de sus falleras mayores —ambas figuras premiadas— y una sorprendente fallera medio humana medio robot. Son de las pocas que representaron a Pedro Sánchez y Santiago Abascal,y se acordaron de la mascletà de Madrid. Tienen el mejor colofón, según el jurado.

Humanista Mariner puso la nota más emotiva recordando al cantante Nino Bravo y con una clara apuesta social. Hablaron de Palestina y Ucrania; de que no hay «mayor drama que la inmigración»; de la fuga de cerebros de España; los inasumibles precios de la vivienda; y del racismo y la homofobia, todo con varios ‘imitadores’ del intérprete de Aielo de Malferit i al son de «Un beso y una flor»; «Te quiero, te quiero», «Libre»; «Esa será mi casa» y «Mi tierra».

Por último, la política se hizo esperar pero llegó de pleno con Albacete-Marvà, que destacó por su crítica. La comisión se acordó del cambio político y del dicho valenciano «la faena del matalafer, fer i desfer». La ampliación del puerto; las obras por toda la ciudad; el retraso del soterramiento de las vías de tren, del nou Mestalla, o del corredor Mediterráneo fueron algunos de los temas que sacaron a la calle. Destaca su figura de la mujer que «puede con todo», primer premio.

Primeras piezas de la falla municipal

Después del paso de las comisiones, ha llegado la primera pieza que salen a la luz de la falla municipal: la simulación de un gran pato de goma.

La falla que este año se verá en la plaza del ayuntamiento trata de “Dos palomas, una rama”, el lema del monumento diseñado por el artista urbano Escif y llevado a cabo por Pere Baenas, artista fallero.

La falla transmite esperanza y anhela la paz; y aunque en parte recupera la estética clásica, es innovadora, pues está hecha con materiales sostenibles. Aún faltan unos días para poder ver las dos grandes palomas que coronarán la falla desde las alturas; en concreto, desde 21 metros.