«La mayor tendencia educativa es el respeto y el amor a la infancia»

Los proyectos prácticos, la gamificación y el aprendizaje personalizado son las tres metodologías pedagógicas que la educadora Paola de la Cruz destaca en su activismo

Paola de la Cruz, mejor docente en España 2020.

Paola de la Cruz, mejor docente en España 2020. / Levante-EMV

Sara García

Sara García

¿A qué colegio apunto a mi hijo o hija? Es una de las preguntas que rondan a los padres, madres y otros familiares cuando los más pequeños van a iniciar su primera etapa educativa, una decisión vital para el desarrollo de su infancia y socialización con el entorno. Ante la dificultad para responder a esta pregunta, hablamos con Paola de la Cruz, la valenciana galardonada con el premio a la Mejor Docente de España 2020 en Educación Infantil y activista educativa. 

 «Encontrar el centro educativo perfecto para nuestros hijos e hijas es una tarea que requiere de mucho tiempo de investigación», afirma De la Cruz. Para la educadora, especializada en dirección pedagógica, «es fundamental no caer en elegir desde la perspectiva del adulto, sino poner en primer plano el bienestar y el desarrollo integral de los pequeños y buscar una escuela que se adapte a sus necesidades». 

Innovación pedagógica

Uno de los aspectos que destacan en la búsqueda del «centro escolar perfecto» es la innovación pedagógica o las tendencias que incorporan a la hora de impartir las clases. Paola lo tiene claro: «la mayor innovación pedagógica es el respeto y el amor a la infancia». «Para caminar hacia una educación transformadora, es fundamental reflexionar sobre la importancia de eliminar el miedo en las prácticas educativas de los adultos, o limitaremos el potencial de nuestro alumnado», reivindica De la Cruz. De este modo, la ‘escuela ideal’ de la educadora es la que fomenta la creatividad y la necesidad de expresar y comunicar de los más pqueños. «Es muy importante un ambiente seguro, acogedor, donde la infancia se sienta libre para equivocarse y aprender de los errores» Es una innovación invisible, pero que quizá es la más importante en todo el proceso de aprendizaje».

Empatía en un mundo diverso

Además del respeto, otro de los valores fundamentales, que según Paola de la Cruz se debería «cultivar y fomentar» en la escuela es la empatía. «En un mundo actual tan diverso, tan globalizado, tan deshumanizado, la empatía es esencial». Aprender a ponerse en el lugar de las otras personas es clave para valorar y respetar las diferencias. 

«Los docentes debemos desempeñar un papel fundamental, porque en ese proceso de aprendizaje de la empatía y el respeto hay actividades que sí que pueden ser dinámicas para fomentar la comprensión de la tolerancia y ayudar a que nuestros aprendices desarrollen habilidades sociales y emocionales que les permita en un futuro relacionarse de manera positiva con el resto», expone. 

En este sentido, para la educadora es significativo que estos valores se compartan en el hogar. «Es importante que los familiares, puntos de referencia, promuevan esa empatía al escuchar activamente a sus hijos, al validar sus emociones, a enseñar y a ponerse en el lugar del otro». Otro aspecto relevante a la hora de elegir un centro educativo para De la Cruz es «buscar un lugar donde se promueva la participación activa de las familias, donde la puerta esté abierta», agrega. 

Técnicas en el aula

En cuanto a las técnicas pedagógicas para llevar a cabo las clases, Paola de la Cruz destaca tres metodologías. Por una parte, los «proyectos prácticos» para fomentar el pensamiento crítico con el que pongan en práctica su creatividad y el trabajo en equipo. La segunda es la «gamificación», que consiste en utilizar elementos propios del juego para motivar al alumnado en el proceso del aprendizaje. «Esta metodología permite que se diviertan mientras aprenden», comenta la activista.

Por último, De la Cruz apuesta por el «aprendizaje personalizado», que busca enseñar desde las necesidades de cada niño o niña. «La tecnología tiene un papel imprescindible para cumplir este objetivo, ya que hay herramientas que usan la inteligencia artificial para diseñar planes de estudios personalizados a través de la recopilación de datos», explica. Desde un uso informado y consentido de las TIC, se puede utilizar la tecnología al servicio de la educación. «Hay aplicaciones que hacen un diagnóstico precoz de trastornos del aprendizaje como la dislexia. Conocer esa condición desde una edad temprana nos puede ayudar a mejorar la educación del alumnado», explica Paola. 

«Con estas herramientas tecnológicas no solo se mejora el rendimiento académico, sino que también aumenta la motivación y el compromiso de los alumnos con su propio proceso de de aprendizaje y con su educación», concluye De la Cruz, que refuerza la idea de buscar continuamente las fortalezas del alumnado a través de diversas técnicas, pero siempre desde el «respeto».

Enseñar a cuidar el planeta en la escuela

Desde las primeras etapas educativas, la sostenibilidad es un tema clave en la escuela. «Enseñar a cuidar y preservar nuestro planeta a los niños y niñas es esencial», manifiesta De la Cruz. 

«Promocionar el reciclaje en el aula o ahorrar agua o energía, además de ser educación medioambiental son gestos humanitarios porque hay otras realidades en la que los infantes no tienen acceso a estos recursos. Tenemos que despertar la conciencia social desde el principio», concluye.