Los huertos urbanos de Alzira sufren más de 22 robos en apenas dos meses

Entre mariposas y cultivos ecológicos, Pepe Durá presume de las flores del huerto urbano en el que se encuentra su parcela, cedida gratuitamente por el ayuntamiento tras un concurso entre los solicitantes.

«Estos repetidos robos te quitan el ánimo, pero para los que nos gusta, merece la pena continuar»

Durá intenta cortar unas rosas, pero ya no le quedan «ni tijeras». Es el resultado de casi dos meses de asaltos incesantes a los cultivos que comparte con otros ocho grupos de personas: «Entran a robar una noche sí, una no», recalca otra arrendataria. Este alzireño calcula que entre el material, la cosecha robada y los daños las pérdidas ascienden a 2.800 euros, solo en su parcela.

Los huertos comunitarios ubicados junto al Hort del Redal de Alzira sufren esta oleada de robos desde el 6 de abril, tras año y medio de tregua, y lo que más preocupa entre los cultivadores es que les han quitado «todas las herramientas y aperos de labranza». Durá advierte de que los intrusos hurtan todos los cultivos listos para recoger y «los destrozan totalmente». «Se han llevado hasta un paraguas», proclama el afectado.

Con el robo del lunes ya suman aproximadamente «22 intrusiones, con 9 denuncias oficiales», cuenta el arrendador. El alzireño ya ha hecho varios viajes a la comisaría, hasta que ayer, 30 de mayo, habló con los mandos de la misma.

En la reunión le comunicaron que iban tras los sospechosos y se planteó la instalación de cámaras de seguridad, para la que se requiere un «permiso municipal».

Durá expresa que para aquellas personas a las que le gusta cultivar sus verduras, «esto es la verdadera vida». Este amante del campo comenta que el huerto comunitario es la fuente de alimentación de frutas y verduras para las personas de las parcelas, «y sus allegados», que les permite «ahorrar un buen dinero».

El Ayuntamiento de Alzira reparte las ocho parcelas a organizaciones y personas desempleadas o jubiladas. Una usuaria de otra de las parcelas lamenta: «Esto te quita el ánimo, pero merece la pena continuar».

Para seguir sembrando los cultivos de otoño esconden sus plantones lejos del huerto porque les roban "hasta las bandejas de germinación". Los únicos colores que resisten en el huerto son los de las flores y el verde que queda de las plantas arrancadas o por salir.