Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

opinión

la estampida de aldaia

Viendo la situación del Ayuntamiento de Aldaia, del Partido Popular y su gobierno municipal, la primera imagen que viene a mi mente es «Estampida, desbandada, fuga, abandono, ...»

En las películas del Oeste, los bisontes o las vacas salían de estampida por miedo tras un disparo, y eran utilizados para arrasar cosechas, personas o pueblos. Claro, eso era en el cine e incluía una gran polvareda, mucho ruido y, detrás, un paisaje roto, desolado y arrasado por el descontrol animal. En definitiva, animales asustados, temerosos por su vida, puro instinto.

En el artículo que publicó Levante-EMV el pasado 13 de marzo de 2015 —y en los que han seguido sobre el asunto— sobre la crisis del gobierno local, se tiene un magnífico guión periodístico de ésta «estampida»: cuatro concejales abandonan el Partido Popular, mientras han pasado casi cuatro años de luchas internas, de abandono de la causa que los llevó al Ayuntamiento de Aldaia. Así pues, cuatro años de engaño a todo un pueblo.

Largos años de prepotencia, de egoísmos partidistas, de persecución de colectivos, funcionarios y un largo etcétera.

Y al final, estampida de película. Dejan un pueblo arrasado y desmembrado en el que pasarán muchos años para poder rehacer, para plantar todos los arboles caídos y, sobre todo, curar las heridas entre vecinos, colectivos y funcionarios.

En este mandato se ha escrito el guión de la peor película.

Lástima. La protagonista que se presentaba como ejemplo de tantas virtudes —honradez, transparencia, demócrata— y como «la princesa querida por su pueblo», acompañada de cornetas y tambores, ha acabado, ella y su equipo, escribiendo la peor página negra de la historia de Aldaia, el guión de la peor película.

Ahora el «The end» se pone en la pantalla y otra etapa ilusionante empieza. Está en nuestras manos elegir mejores actores, que amen a su pueblo y busquen el bienestar de los vecinos de Aldaia.

Compartir el artículo

stats