Jesús Ros no piensa retirarse para allanar el camino de un pacto entre el PSPV y Compromís de Torrent que fructifique en un gobierno progresista para la ciudad. Tampoco aceptará responsabilidades en un ámbito superior al local que le propusiera su partido, siempre que le aparten de su escaño en el pleno de Torrent. «Eso no pasará ni en broma», dice. El exalcalde asegura que se ha presentado para recibir la vara de mando el próximo 13 de junio con el apoyo de los nacionalistas pero, si no lo consigue, seguirá en la oposición y no se irá de la ciudad.
Así lo aseguró ayer en su primera comparecencia tras las elecciones, en la que pretendía valorar los resultados, justo dos días después de que lo hiciera la alcaldesa de PP, Amparo Folgado. En Torrent, los populares han ganado las elecciones aunque han empatado en nueve concejales con el PSPV mientras que Compromís obtiene cuatro ediles, dos son para Ciudadanos y uno para Guanyem, la plataforma que incluye a Esquerra Unida.
Ros aseguró estar satisfecho con el resultado aunque no es la fuerza más votada y ha perdido votos respecto a 2011, cuando lideró la lista el portavoz Andrés Campos, y a las europeas de 2014. No obstante, en una comparativa con otras grandes ciudades de la provincia, el candidato indicó que son los únicos que han mantenido el número de ediles. «La alcaldesa del PP me achaca haber perdido 1.000 votos respecto a 2011 pero ella se olvida de decir que ella ha perdido casi 6.000», dijo.
Jesús Ros aseguró que el resultado es muy parecido al estudio que realizó el PSPV el 14 de mayo y valoró que «al presentarse Guanyem y una candidatura con el nombre de Ganemos, se ha confundido al electorado». Con todo, reiteró que los ciudadanos «han dicho que quieren cambiar el gobierno y desean que las fuerzas progresista se entiendan».
Respecto a las declaraciones del líder de Compromís sobre que el gran obstáculo para pactar con el PP es el propio Jesús Ros, el exalcalde opinó que «Pau Alabajos es un demócrata como la copa de un pino y sabe leer y entender el mensaje de los ciudadanos». «Compromís me necesita igual que yo a ellos para cumplir la voluntad de los vecinos», añadió.
Ros defendió sus casi 20 años de alcalde ya que la última vez que se sometió a las urnas, en 2003, logró 17.000 votos, 15 ediles y el 58% del apoyo del electorado, «unos resultados que no ha superado nadie». También indicó que él nunca les dirá a los nacionalistas quién tiene que ser su cabeza de lista y espera que ellos no lo hagan.
Sobre las cuestiones programáticas que son una brecha entre las dos formaciones, Ros dijo que los servicios que están privatizados «pueden ser revisables cuando llegue el momento porque la gestión nunca está cerrada», aunque respetando la duración de los contratos y realizando «estudios serios». Así se refirió a Aigües de l'Horta, al polideportivo Parc Central o a l'Auditori, aunque reconoció no tener mucha información de la mayoría. También criticó que el PP haya intentado adjudicar «seis o siete cosas» en las últimas semanas.
Defendió que el urbanismo en su época se basó en un PGOU consensuado con todos y se mostró partidario de revisar el actual, aunque no lo cree una prioridad. Criticó que el PP en el Consell «tomara el pelo» a la ciudad con el soterramiento del metro, la ciudad de la justicia y el hospital, y aseguró que si es alcalde revertirá la cesión de suelo para un colegio de gestión privada que aprobó el PP.
