«Cuando el toro vino, fui a entrar en la barrera y, como éramos dos, dejé entrar primero al otro porque pensaba que me daba tiempo, pero no fue así y me empitonó antes de que pudiera siquiera intentar esconderme. Tengo dos cornadas: una de 20 centímetros y otra de 12». Alexis Pérez, uno de los dos hombres que el sábado resultaron heridos en el primer día de las fiestas taurinas de Silla, continúa ingresado en el Hospital La Fe de Valencia, aunque su pronóstico es bueno y su evolución favorable, por lo que todo parece indicar que, tanto él como el otro afectado, recibirán pronto el alta médica.
Alexis, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente al presentar una cornada de 20 centímetros en el muslo derecho y otra de 12 en la ingle de la misma pierna, no sabe aún cómo pudo alcanzarle el astado. «Yo voy a los toros, pero siempre los veo desde la barrera. No soy de los que sale a correrlos o torearlos», dice desde su cama del hospital, donde ayer recibió la visita del alcalde de Silla, el socialista Vicente Zaragozá. Sin embargo, el animal, un toro cerril que soltaron a las siete de la tarde del sábado, lo cogió de lleno.
«Fue nada más empezar „recuerda el herido„. Estaba fuera mirando a ver si venía o no el toro y, al verlo llegar, tiré a meterme en el burladero. Como el animal se encaró hacia la parte contraria de la calle, pensé que me daba tiempo a entrar y dejé pasar a otro hombre que también quería meterse, pero antes de esconderme, el toro me enganchó». Asegura que las embestidas de un astado de cientos de kilos y enorme fuerza no le hicieron sentir «nada» porque «ni siquiera da tiempo» pero, a pesar de la experiencia, advierte de que seguirá manteniendo su afición a los toros, «aunque con más precaución».
Pese a que aún no sabe cuándo le darán el alta, ni a él ni al otro herido, ambos están «bien» y su recuperación «va estupendamente».
