El nuevo alcalde de Catarroja, Jesús Monzó, y su homólogo de Massanassa, el veterano Vicent Pastor, celebraron ayer su primera reunión para abordar asuntos comunes, en materia de movilidad e infraestructuras. El encuentro, que tuvo lugar en Catarroja, será el primero de «otros futuros» para resolver asuntos pendientes y otros que puedan surgir.
Tras dos horas de conversación, ambos acordaron plantear a la Generalitat Valenciana y a la Diputación de Valencia el proyecto de un carril bici que podría unir varios pueblos, aprovechando la ribera del barranco de Torrent. Si idea es que arranque en Picanya, pase por Paiporta, y llegue a Catarroja y Massanassa. «Tenemos ese cauce que nos une y está desaprovechado», explicaban.
La idea es que posteriormente conecte con la CV-400 hasta l'Albufera y enlace con todos los pueblos que lindan con el lago. Este último tramo es una antigua aspiración de la comarca y una obra pendiente del Plan Confianza de la Generalitat Valenciana.
Por ello, los alcaldes se plantearon implicar a los municipios colindantes en el proyecto, como Picanya y Paiporta, entre otros, para defender juntos ante otras administraciones esta inversión.
Puente del siglo XVIII
En la reunión de ayer, los mandatarios también abordaron la situación del puente que une los dos municipios, una infraestructura originaria del siglo XVIII, que «necesita una intervención urgente». Para empezar, las barandillas «están en mal estado y además no tienen la altura legal porque se ha ido elevando el firme de la carretera», explicó. Por ello, los alcaldes quieren que se sustituyan y que, de paso, se rehabilite el puente. Para acometer la obra, buscarán fondos de otras administraciones públicas como los fondos para patrimonio de la Diputación de Valencia o de la Conselleria de Cultura.
