Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Moncada reclama sus "nueve musas"

El ayuntamiento negocia con la Generalitat la devolución del mosaico romano, que permanece almacenado y sin exponer en el San Pío V - La alcaldesa reconoce, no obstante, que el municipio aún no cuenta con instalaciones en condiciones para exponer esta pieza

Moncada reclama sus "nueve musas"

Corría el mes de agosto de 1920 cuando J. J. Senent Ibáñez, aficionado a la arqueología, y su amigo Pepín García, encontraron en la partida del Pouatxo de Moncada, oculto bajo una capa de tierra de apenas 40 centímetros, un mosaico romano que después sería datado como de mediados del siglo III y que formaría parte del pavimento de la sala principal de una antigua villa. El mosaico era —y lo sigue siendo— espectacular. En el momento de su descubrimiento medía 6,33 por 5,71 metros (es decir, 36,1 metros cuadrados de superficie) y en el destacan nueve bustos femeninos que representan a las nueve musas que la tradición helénica identifica como Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania.

Aunque el terreno donde lo habían encontrado no era suyo, los descubridores del mosaico cedieron su propiedad al Museo Provincial (y, de esta forma, al Estado) que, pese a las protestas del dueño del Pouatxo, extrajo la obra dividiéndola en 115 fragmentos numerados. El mosaico de las Nueve Musas quedó instalado en el antiguo convento del Carmen de Valencia, por entonces sede del museo, y en 1940 se trasladó a su nueva sede: el Museo de Bellas Artes de San Pío V, para ser expuesto en la Sala de Antigüedades Romanas.

En 1957, la crecida del Túria por la «riuà» cubrió el pavimento de lodo; en 1975 una nueva inundación, por la ruptura de una canalización del museo, vuelve a dañar el mosaico. En 1981 los técnicos alertan del mal estado de la obra y de la necesidad de una «actuación inmediata» para salvarla. En 1995, y tras haber sido levantado de su lugar de exposición, se constató su «estado desastroso» por «humedad, hongos, ataques de insectos y de roedores». Un equipo de diferentes especialistas intervinieron y almacenaron provisionalmente las 104 piezas en las que ha sido dividido esta vez, en un espacio de cuatro metros cuadrados improvisado en la sala de la Cúpula.

Varias intervenciones después, en octubre de 2001 la entonces subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Císcar, presentó al público las «nueve musas» moncadenses recuperadas en todo su esplendor. Primero se exhibió de nuevo en la cúpula, pero después fue almacenado en los sótanos del San Pío V y allí permanece, embalado y a buen recaudo pero fuera de la vista de cualquiera.

Así las cosas, el Ayuntamiento de Moncada, gobernado actualmente por la coalición PSPV-Guanyem-EUPV, ha iniciado conversaciones con la Generalitat para tratar que las «nueve musas» vuelvan a Moncada y puedan exponerse «en un lugar digno». Las negociaciones, según explica la alcaldesa Amparo Orts, se iniciaron este agosto después de que el arqueólogo Josep Burriel se reuniera con ella y le transmitiera la conveniencia de recuperar esta pieza romana y otras piezas antiguas como el cilindro de plomo con caracteres íberos que se encuentra en el Museo Arqueológico de Valencia. Ese mismo mes, Compromís presentó una moción en la que se pide la «vuelta a casa» del mosaico y propone la creación de una comisión para negociar con la Conselleria de Cultura el regreso de la pieza a Moncada.

Primer intento en 2002

Pero, tal como reconocía ayer la alcaldesa, el regreso de las Nueve Musas a Moncada no va a ser tarea fácil. Ya en 2002, la anterior alcaldesa socialista, Concha Andrés, anunció que había «iniciado los trámites para reclamar la devolución» del mosaico romano. Evidentemente, no tuvo éxito. Para poder contar con la pieza, Moncada tendría que disponer de unas instalaciones museísticas con unas condiciones que el actual Museu Arqueològic Municipal no reúne.

«Actualmente, el Ayuntamiento de Moncada no podría hacerse cargo por sí mismo, pero una de las posibilidades que nos han indicado es que el Museo de Bellas Artes abriera una delegación en Moncada y creara el habitáculo necesario para instalar el mosaico — explicaba ayer la alcaldesa—. Pero va a ser un proceso largo y tenemos que empezar cuanto antes. Las conversaciones ya se han iniciado e incluso el arqueólogo municipal ya está estudiando los sitios donde podría ir la delegación del museo».

Compartir el artículo

stats