El accidente del 24 de septiembre de 1980 puso de manifiesto la precariedad del sistema de seguridad que tenían los pasos a nivel de Renfe en los que las barreras se bajaban a mano. De hecho, en el juicio para resolver las indemnizaciones, se condenó en 1986 a la empresa nacional de ferrocarriles al considerarse que el culpable del siniestro fue el guardabarrera, que no accionó el mecanismo, aunque había sido avisado telefónicamente desde la estación anterior, la de Aldaia, como era el sistema establecido.
El número de muertos unido a las reivindicaciones de toda la comarca hizo que el Gobierno comenzara a tomar medidas, ya que construyó un túnel para pasar bajo las vías en uno de los pasos a nivel, y un puente para salvar el del punto del siniestro. También edificó una pasarela peatonal.
De esta forma, se dio solución a uno de los puntos negros del tráfico, aunque quedó pendiente otro, que aún se reivindica más de 30 años después. Dado que el término de Xirivella quedó segmentado por la construcción del plan Sur, la conexión de la autovía A-3, en su entrada a Valencia, con la V-30, que discurre paralela al nuevo cauce, sigue sin ejecutarse.
Por ello, durante décadas, Xirivella ha sufrido en su casco urbano „y en una zona muy poblada, junto a la antigua Feycu„ el paso de camiones pesados, que ponen el riesgo la circulación. Cansados de esperar la solución que nunca llegaba, el consistorio prohibió en este punto el paso de estos vehículos de gran tonelaje y los desvió por la ronda exterior.
No obstante, los camiones tienen que atravesar una rotonda urbana y se producen vuelcos, como han denunciado reiteradamente las asociaciones de vecinos.
Con todo, finalmente en los presupuestos de 2016 aparece la partida para construir el túnel de conexión, con continuidad en ejercicios posteriores, por un total de 13 millones de euros, por lo que el alcalde, Michel Montaner, confía en que esta vez puede resolverse esta petición histórica.
