La segunda campaña de prospecciones arqueológicas que se ha llevado a cabo en el edificio del antiguo ayuntamiento de Aldaia ha permitido localizar diversas criptas en el subsuelo que probablemente se utilizaron para almacenamiento agrícola en los siglos XVIII y XIX. Una de ellas se encuentra en perfecto estado y ha sido vaciada durante los trabajos. Fue localizada al excavar la zona sudoeste del edificio principal del antiguo consistorio. Inicialmente apareció «lo que parecía ser una fosa» aunque al profundizar hallaron un silo en forma de cripta.
Según el informe que el arqueólogo José Ferrandis ha realizado, el espacio tiene 1,83 metros de largo por 0,85 de ancho y 1,40 de alto. Fue construido con ladrillo, incluida la boveda, «y ejecutado con mucha calidad». Junto a esta cripta aparecieron «hasta tres bocas más» de silos cubiertas por ladrillos puestos de canto. De ahí que se haya abierto una línea de estudio específico de este tipo de construcciones y se buscan «paralelos funcionales» para determinar con más exactitud su uso.
Ferrandis explica que este hallazgo reviste importancia porque «en veinte años de profesión que reunimos el equipo que estamos trabajando en la excavación, nunca hemos encontrado este tipo de criptas para uso agrícola en la comarca de l'Horta». El experto valora que debieron construirse en el momento en que se edificó la casa, en el siglo XVIII y que dejaron de utilizarse a lo largo del siglo XIX. Respecto al uso, la hipótesis sobre la que trabaja es que almacenaban grano, ya que los muros no están impermeabilizados como requeriría el vino o el aceite.
El documento, que ya está en poder de la dirección general de Patrimonio, es un anexo al primer informe que Ferrandis realizó de la primera campaña de trabajos, en verano de 2015. Las conclusiones completas de la segunda campaña „de noviembre de 2015 a marzo de 2016„ llevará más tiempo elaborarlas. Estas excavaciones se están realizando a instancias de Patrimonio que, en la pasada legislatura, paralizó la reforma del edificio y ordenó catas en muros y subsuelo.
En este anexo, el técnico incluye también el hallazgo de una noria en el patio de la casa, probablemente de época islámica, como ya avanzó Levante-EMV cuando fue localizada. La cavidad se halló al arrancar una higuera salvaje «que había nacido en los últimos años debido al abandono del edificio consistorial». «La sorpresa fue que en el fondo se distinguía muy bien una estructura hidráulica con forma de bañera que indica que probablemente el origen del pozo fue una noria islámica», dice el texto.
Para datarlo en el tiempo y decidir si se rehabilita este elemento, falta «un proyecto de seguridad por parte del ayuntamiento que permita descender hasta el fondo del pozo, limpiar restos de escombros y documentar con metodología arqueológica el resto».
Cambio del proyecto
Los hallazgos, por un lado, y la encuesta ciudadana sobre los usos que impulsó el actual gobierno, por otro, han supuesto una modificación completa del proyecto inicial. El arquitecto José Manuel Vázquez indica que la primera medida es que definitivamente no se demolerán las casas anexas en el callejón trasero, porque se considera que tienen un cierto valor de conjunto, aunque su restauración quedará para cuando el consistorio obtenga fondos.
Respecto al antiguo consistorio, se sacará a la luz la fachada original y en ascensor se colocará en el patio. En el edificio principal se situará la sala de exposiciones, tanto en la primera como en la segunda planta. Este uso permite que el espacio quede diáfano para dejar al descubierto los arcos encontrados en los muros y otros elementos. En esta casa se anula también la escalera prevista.
Y en la casa adosada, que se adquirió con posterioridad, se situarán todas las dependencias compartimentadas para centro joven y salas polivalentes. El consistorio espera el visto bueno de Patrimonio para reiniciar la obra.
