El hombre de 50 años detenido el lunes en Silla por intentar atropellar a su ex yerno asegura que en ningún momento quiso arrollarlo y que simplemente se puso nervioso tras las provocaciones del presunto maltratador de su hija. «Salí excesivamente rápido para ir a poner una denuncia al cuartel de la Guardia Civil y se me fue el coche. Tenía las ruedas giradas y para esquivar a un niño tuve que dar un volantazo, pero no tenía intención de atropellarlo», relata el acusado de un delito de lesiones con instrumento peligroso. «Si hubiera querido ahora lo estarían sacando con una palanca de la pared».

No obstante, el joven, que iba en el momento del atropello junto a su padre, su actual novia y la madre de ésta, denuncia que su ex suegro los embistió con el coche y su hija dentro de forma intencionada. «Tuve que saltar y empujarles para que no se nos llevara a todos por delante», explica el herido. La peor parada fue la madre de su compañera, quien sufrió lesiones en la pierna y fue trasladada al Hospital La Fe.

«No les hice nada, apenas llego a rozarles, frené y al embragar el coche se fue, por eso hablan de una segunda embestida», argumenta el arrestado, quien carece de antecedentes. El Juzgado de Instrucción número cuatro de Carlet le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros respecto de las tres supuestas víctimas del atropello.

Los hechos ocurrieron en Silla el lunes por la tarde cuando el hombre acudió a recoger a su nieta de dos años junto a su mujer. Las versiones de los implicados son contradictorias. Por un lado el acusado del atropello alega que su yerno, que tiene una orden de alejamiento de su expareja y madre de la niña por una denuncia de malos tratos, comenzó a provocarlos recordando una agresión a su hija y que iba a rematarla. Por contra el joven sostiene que «jamás le ha puesto la mano encima» y que se trata de una invención de su ex, quien no ha superado la ruptura.

En el mes de junio el presunto maltratador fue absuelto por un juzgado de lo Penal, aunque todavía tiene un juicio pendiente para finales de septiembre por un quebrantamiento. Además, existe una última agresión ocurrida el pasado 9 de agosto, durante las fiestas, en las que un vigilante de seguridad tuvo que mediar cuando la víctima era agredida por dos mujeres y un joven, quien le propinaba patadas estando en el suelo. El denunciado niega estuviera allí.