Esta asociación escogió su nombre no de forma casual. Quería que se les asociase con una mujer fuerte, valiente, que representara los valores de la asociación y es, por eso, que se escogió como nombre Lilith. Es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se le considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda (que no aparece en la Biblia), abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al mar Rojo, uniéndose allí con Samael, que llegó a ser su amante, y con otros demonios. «Lilith fue la primera mujer que dijo «no». Simboliza la independencia y la insumisión al negarse a someterse al mandato del hombre por considerarlo un igual; el valor por abandonar el paraíso que es lo único que conocía al darse cuenta de que para ella era más bien un infierno, y la fortaleza de continuar adelante con la estigmatización que se le ejerció», señala Laura Blaz-Jerez, presidenta de la asociación.