El pleno de Rocafort aprobó anoche una moción en la que reclama a la Generalitat la paralización del proyecto de construcción de un barranco artificial en superficie para recoger las aguas pluviales que desemboca el barranc dels Frares y conectarlo con Palmaret Alt. La obra pretende acabar con los problemas de inundaciones que sufre el municipio, junto con Godella y en menor medida Burjassot.
El citado proyecto data del año 2006 y tiene una prioridad alta de ejecución en el Patricova. La obra consiste en recoger las aguas pluviales de Burjassot y Godella a través de conducciones subterráneas y llevarlas hasta el barranc del Frares, cruzar la acequia de Moncada que actúa de presa y causa las inundaciones, y desde allí derivarlas por una conducción de hormigón de poco más de un kilómetro, en superficie, a cielo abierto y en paralelo a la vía de Metrovalencia,hasta Palmaret Alt.
El rechazo de colectivos ecologistas llevó a la secretaría autonómica de Medio Ambiente y a la dirección general del Agua a revisar el proyecto, que pretenden tener finalizado en 2019. Las alternativas rebajan en parte la dimensión del canal y el camino de su margen izquierdo, al reducir el ancho total de 16,6 metros iniciales. También se recorta la superficie global prevista a expropiar, 18.000 metros cuadrados, a cifras entre los 6.200 y los 16.300 metros cuadrados. El presupuesto depende de la opción elegida, y va desde los cinco millones a los seis y medio.
Pese a que Rocafort admite que la revisión ha «suavizado» la obra «reduciendo su impacto», ésta sigue atravesando toda su huerta, «un patrimonio de un valor incuestionable que hay que proteger», apunta la moción. Por ello, las alternativas al proyecto «no nos resultan satisfactorias, no las podemos aceptar ni defender».
Así, en la moción presentada por todos los grupos excepto el PP, se insta a la Generalitat a paralizar el proyecto y a convocar una reunión entre todas las partes afectadas para «buscar una solución técnica al problema de las inundaciones» pero que «respete la huerta de Rocafort», criticando que las «líneas dibujadas en un despacho sobre planos de papel, resultan una brusca agresión a nuestra forma de convivir con el territorio». Por último, exigen que si se mantiene el trazado por su término «sea una vía cubierta o colector subterráneo sin hormigón en superficie y aplicando sistemas de drenaje que filtre el máximo de agua en el subsuelo».
La oposición frontal que muestra ahora Rocafort -el plazo de alegaciones finalizó en 2015 y solo cabría la posibilidad de ir a los tribunales- contrasta con la que ha mostrado su vecina Godella estos meses. El municipio gobernado por Eva Sanchis aprobó por unanimidad en octubre una moción instando a la Generalitat a incluir el proyecto en los presupuesto 2017. La iniciativa destacaba los problemas de inundaciones que sufren algunos barrios como el de Conxeta, acusando a CHJ y Consell de «inacción» todos estos años ante las reclamaciones del consistorio.
El precendente en Villa Teresita
Hace unos meses y durante una mesa redonda sobre el proyecto, en la que también participaron colectivos como Agró y Per l'Horta, el regidor de Rocafort Eduard Comeig o el secretario autonómico de Medio Ambiente Julià Álvaro, la alcaldesa respondió al rechazo de los ecologistas asegurando que su municipio «siempre ha sido un gran gran defensor de la huerta y, de la mano de la ciudadanía, hemos rechazado todas las infraestructuras que lo amenazaban como el corredor, la vía del parque norte, etc. pero llevamos muchos años reivindicando a la conselleria y a la Confederación una solución a las inundaciones. Estamos de acuerdo en que se redimensione el proyecto o se busquen alternativas siempre que sean realistas y que no pongan en juego la ejecución de las obras en los plazos previstos».
