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Origen

Los nombres que hicieron l´Horta

El paisaje y, sobre todo, el origen agrícola de los municipios determina la toponimia de València y su área metropolitana

Los nombres que hicieron l´Horta

Joan Carles Membrado, experto en toponimia y profesor de Geografía en la Universitat de València, ha estudiado el origen de los nombres de cientos de municipios valencianos desde el Maestrat a l´Alcoià pasando por Els Ports, la Ribera, la Safor o la Vall d´Albaida. Pero afirma que la toponimia de l´Horta es, seguramente, la más interesante. Por dos razones. La primera, que el de València y su área metropolitana ha sido el territorio más poblado desde época musulmana, por lo que el número de poblaciones a estudiar es mayor. «Pero sobre todo -añade Membrado- es interesante porque casi todos los nombres tienen algo en común: están ligados con la huerta y con lo que le rodea».

«Tras la críptica toponimia de l´Horta se oculta una riqueza patrimonial y paisajística desaparecida que forma parte de la identidad comarcal -explica el profesor en un trabajo en la revista Mètode-. Dando a conocer el significado de los topónimos urbanos propiciamos que la ciudadanía sepa que en el sitio donde hoy está su vivienda en el pasado hubo un paisaje excepcional».

En este trabajo, Membrado distingue tres grupos por lo que respecta al origen historicolingüístico: los topónimos que provienen del latín y del latín tardío,los arábigos y los en valenciano, creados desde el siglo XIII y hasta ahora. Por el origen temático de los topónimos Membrado también distingue varios grupos.

Montes, piedras y agua

Así, entre los orónimos (los que derivan de la orografía del terreno) se encuentra Godella, que podría derivar del latín cos, cotis («piedra», «roca») y equivaler a «lugar rocoso o pedregoso». Este contenido semántico describe el paisaje de Godella, donde hay roca en abundancia y que se utilizó para construir los monumentos góticos de la capital. También se usó piedra de canteras de Rocafort («roca fuerte»). Carpesa tendría un origen prerromano ya que estaría formado por karp («peña») más el sufijo prelatino «-esa». Más transparente es el topónimo del Puig, ya que describe el monte o collado (la conocida como Muntanya de la Patà, donde estaba el castillo que conquistó Jaume I) que destaca en medio de la planísima huerta de València.

Los hidrónimos son los nombres de lugares relacionados con el agua (fuentes, ríos, manantiales, etc.). Foios, del latín tardío «foveos» (hoyas), probablemente se refiere a los manantiales que abundaban cerca del pueblo y, en general, en toda l´Horta litoral antes de ser desecados. Borbotó probablemente derive de un cruce entre «borbollar» y «brotar». Puçol vendría del latín tardío «puteolu» (pozo), y Alfafar, según la arabista Carme Barceló, podría proceder del plural árabe «al-hufar» (hoyas). También según Barceló, Silla derivaría del árabe «as-Sayla» o «as-Sila», (barranco, torrente, quizá referido al de Picassent, al norte del actual núcleo, o al de Tafarra, al sur). Torrent es un «topónimo transparente» que hace referencia al torrente que rodea esta localidad por el oeste y norte (el barranc de Torrent). Los topónimos de la Fonteta (de Sant Lluís) y de la Font (d´en Corts) hacen referencia a dos pueblos que recibieron este nombre por sendas fuentes que había en el camino de Russafa a l´Albufera y a la Punta. El nombre del barrio de Marxalenes proviene del árabe «Marj al-ain» (marjal de la fuente).

Litoral y Albufera

Los talasónimos son los nombres vinculados al litoral (accidentes costeros, instalaciones portuarias, etc.). «Entre estos topónimos -recoge el estudio- está Catarroja: debido a los depósitos aluviales del barranco de Torrent se formó en l´Albufera una pequeña punta». «Cata» deriva de «capta», del latín «capita», (término, punta) mientras que «roja» proviene de la forma románica tardía «roia», y esta de «rubea», por el color de las aguas turbias de l´Albufera al recibir los depósitos aluviales.

La Punta deriva de una lengua de tierra firme que se adentraba en el lago, por donde desembocaba el Turia hasta el siglo XIV. El Saler se originó a partir de las salinas situadas a unos 6 km de este pueblo. Perellonet y Perelló es probable que deriven de «pedra» ya que, según el geógrafo Carles Sanchis Ibor, al lado del actual pueblo del Perelló había una piedra que medía la altura del agua de l´Albufera.

Nazaret, recuerda Membrado, nació por la peste de Marsella de 1720 ya que deriva de un establecimiento o «lazzareto» donde las personas que llegaban en barco desde de la ciudad francesa tenían que pasar la cuarentena. El «lazzareto» se valencianizó en «Llatzeret» y después se confundió con Nazaret. Y el Grau -del latín «gradus» (escalón)- viene del puerto artificial -o «grao»- construido allí para cargar y descargar la mercancía.

Un mundo de regadío y secano

Los topónimos relacionados con la agricultura y el campo son los agrónimos. Mislata que podría derivar del latín tardío «misculata» (mezcla), quizá en referencia al azud donde las aguas de la acequia están aún mezcladas con las del Turia. Paiporta derivaría de «prope hortam» (cerca de la huerta). «Podría sorprender que Mislata o Paiporta sean nombres románicos para designar topónimos relacionados con un sistema de riego promovido por arabófonos -reconoce el geógrafo-. Pero hay que tener en cuenta que en los siglos VIII y IX el latín tardío aún debía ser hablado por muchos hispanorromanos valentinos».

Alaquàs proviene del árabe «al-aquas» (los arcos) y haría referencia a las arcadas de un puente sobre el que discurría la acequia de Benàger al cruzar el barranco de la Saleta. Albal nació en tierras de secano no beneficiadas por el sistema del Turia. El topónimo parece derivar del árabe «albal» (tierra de secano). Los topónimos árabes de Rafelbunyol y Rafalell estarían relacionado con «rahal» (explotación rústica en secano). Y «Bunyol» deriva de «bunyul» (vid).

Xirivella es un topónimo tardolatino procedente de «silvella» (bosquecillo), quizá por los cultivos arbóreos que predominaban en la zona hasta bien entrado el siglo XIX. Aldaia en árabe es «el huerto» y Almàssera proviene de «al-ma?ara» (almazara, donde eran prensadas aceitunas). L´Oliveral proviene de los olivos que se cultivaban allí, el Canyamelar indica que hubo una plantación de cañamiel, el Palmar era un lugar donde crecían palmas o palmeras, y Russafa proviene del árabe «ar-Russafa» (el jardín) por los frondosos jardines del palacio de Abd Allah al-Balansí. La Pobla de Farnals derivaría de «farraginales» (campos de forraje) que abundaban en los antiguos marjales. Museros parece venir del latín tardío «mansuarios» (masoveros); Mauella, del árabe «niuala» (barraca o casa de campo). El topónimo Picanya, de origen dudoso, podría derivar de la forma latina tardía «paganea» (lugar de campesinos).

Lugares y caminos

Entre los nombres de pueblos relacionados con lugares para vivir (ecotopónimos) Membrado destaca Alfara del Patriarca, que deriva del árabe «al-hara» (barrio). El Cabañal viene de las cabañas de los pescadores. Y Campanar, del latín «capanna» (cabaña) que se transformó en boca de cristianos en «campanar». Llocnou, Poblenou y Les Cases (de Bàrcena) son topónimos transparentes.

Los odónimos son nombres de vías de comunicación o de cosas asociadas a estas, como hostales, miliarios, adoquines? La etimología de Quart (de Poblet) es latina y deriva de la distancia de cuatro millas romanas (unos 6 km) a la que se encuentra desde el foro de Valentia. Albalat dels Sorells derivaría del árabe «albalat» (el camino empedrado), quizá referido a la Vía Augusta que pasaba justo por el medio de la actual población. Patraix, de «petrarius» (de piedra) podría referirse a un camino empedrado, seguramente la misma Vía Augusta.

Los topónimos que empiezan por «massa» (Massamagrell, Massalfassar, Massanasssa o Massarrojos) derivan del árabe «manzal» (hostal). Manises podría proceder de «man?zil» (plural de manzal), y se referiría a unos hostales del camino de Riba-roja. Tavernes (Blanques) indica la presencia de un hostal (en el camino de Barcelona), así como el de Tendetes junto al camino de Burjassot. La Venta del Emperador, quizá el más nuevo de los topónimos, es el nombre antiguo de Emperador, apellido del propietario de la destilería que dio origen a este pequeño municipio.

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