Existe una demanda de la ciudadanía del área metropolitana de trasladarse hasta València por la noche durante los fines de semana y también entre los propios municipios, que actualmente no resuelve ninguna red de transporte público, ni de la conselleria ni del consistorio del 'cap i casal'. Vecinos y vecinas de todas las edades acuden especialmente los sábados a València a cenar, al cine o a otros espectáculos y, como máximo, tienen servicio de regreso hasta las 12 de la noche, y no en todos los casos.

Para paliar esta situación, nueve municipios de l'Horta Sud trabajan desde hace meses con la Mancomunitat en un plan de autobús nocturno compartido, cuyo coste asumirían los ayuntamientos y que iría de Picassent hasta la plaza de España de València, pasando por los diferentes pueblos.

La iniciativa surgió de las reuniones de coordinación de servicios entre Albal y Catarroja, dos pueblos cuyos terminos lindan y que desde hace meses preparan una estrategia de desarrollo urbano (DUSI) conjunta. Según el concejal de Juventud de Albal, Joel García, se planteaba tanto la necesidad de ir o volver de València, como la de trasladarse de un pueblo a otro.

En reuniones posteriores, se fueron sumando otros municipios hasta completar un total de nueve, que son los que en la actualidad tienen dos líneas diurnas que les conectan con València en manos de la misma empresa gestora. Así, finalmente, están de acuerdo con el proyecto Picassent, Alcàsser, Silla, Beniparell, Albal, Catarroja, Massanassa, Alfafar y Benetússer.

Aunque inicialmente también lo plantearon a Sedaví, el municipio no podrá sumarse a esta primra fase del proyecto al no compartir el mismo operador de autobuses, explica García. Y es que en las conversaciones que han mantenido con la dirección general de Transporte, les han dado la autorización inicial al proyecto para que quede integrado dentro de la red pública, partiendo de dos premisas. La primera es que los propios ayuntamientos han de asumir el coste de este nuevo servicio ya que no está entre los planes inmediatos de la conselleria dotar al área metropolitana de autobús nocturno, dentro del plan de remodelación de las líneas y licitaciones de las diferentes contratas que se prepara. Aunque los ediles lo solicitaron a la dirección general, la respuesta fue negativa.

La segunda condición es que sea el mismo operador que en estos momentos cubre las dos líneas que conectan Picassent y Albal con la plaza de España de València durante el día.

Tras solicitar a la empresa una primera evaluación del coste, Joel García explica que consideraron que el proyecto era viable ya que partiendo de un coste aproximado de 35.000 euros al año, «el ayuntamiento que mayor importe asumiría tendría que pagar 5.000 euros al año».

Respecto a la fórmula que utilizarán para contratar la ampliación del servicio, tras barajar diferentes opciones, los pueblos impulsores de la iniciativa han decidido pedir ayuda a la Mancomunitat de l'Horta Sud. De este modo, el autobús nocturno será otro más de los servicios mancomunados que gestione la institución, que posteriormente repercuritá el coste a cada pueblo.

De hecho, la institución comarcal trabaja ya con los consistorios para buscar la fórmula legal de contratar el servicio.

Cerca de 30 paradas

De las diversas reuniones que han mantenido los responsables municipales ha salido un primer borrador según el cual funcionaría una única línea nocturna que tendría dos autobuses, uno desde Picassent a València y el otro desde el 'cap i casal' hacia l'Horta Sud. El recorrido que realizaría pasaría por orden por los municipios de Picassent (tres paradas), Alcàsser (dos), Silla (tres), Beniparell (dos), Albal (tres), Catarroja (cuatro), Massanassa (tres), Alfafar (tres, una de ellas en Orba) y Benetússer (tres). Esta planificación puede modificarse en función del proyecto definitivo o incluso del uso posterior del servicio.

El autobús funcionaría, inicialmente, de forma piloto, los sábados desde las 12 de la noche (cuando acaba el servicio ordinario) hasta las seis de la madrugada del domingo. Una vez superado un tiempo que determinarán los pueblos, se evaluará si ha tenido éxito y merece la pena mantenerlo, o incluso si ha de ampliarse a los viernes por la noche.

Respecto al coste, inicialmente se ha consensuado que se establecerá un canon fijo para todos los consistorios participantes y luego habrá otro variable, que estará en función del número de habitantes. Además, del total del pago se habrá de descontar la recaudación de las personas que lo utilicen y que abonen su billete, que tendría el mismo coste que el servicio diurno.