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Almàssera pide a Patrimonio que aclare si la firma de los años 50 está en un entorno BIC

? El alcalde quiere saber si la conselleria ha de emitir informe favorable para que siga el derribo o no

Factoría de Almàssera, días después de paralizarse la obra. r. j.

El alcalde de Almàssera, Ramón Puchades, considera «ambiguo» el pronunciamiento de la dirección general de Patrimonio en el que se establece que la fábrica de los años 50 referente del Movimiento Moderno tiene valores pero no los suficientes para ser considerada Bien de Relevancia Local. Por ello, el mandatario no va a levantar de entrada la orden de paralización de los trabajos de derribo, que emitió hace dos semanas por recomendación de la Conselleria de Cultura.

Puchades considera que el escrito firmado por la directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, «no es claro» a la hora de determinar si el caso queda ya en manos del ayuntamiento o si «son ellos los que tienen que emitir un informe». El punto de conflicto lo ven los técnicos municipales en el apartado que se refiere a la cercanía de la empresa a la Creu de Terme, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural. «Si está en el entorno de protección de un BIC, según la ley es la conselleria la que ha de emitir un informe que establezca qué hay que hacer», señala el alcalde.

En el escrito, Amoraga manifiesta que «el edificio se ubica en el entorno de protección provisional» que la cruz que es BIC con categoría de monumento. No obstante, añade que «la tutela de la dirección general en el ámbito de afección de algunos de estos BIC genéricos podría no extenderse indiscriminadamente al que se señala y está concebido con carácter general para bienes inmuebles y realizaciones arquitectónicas de envergadura». De ahí que el alcalde reclame que «digan claramente si el tema ya queda bajo nuestra responsabilidad».

La factoría objeto de la polémica albergó en los años 80 Laboratorios Gamir y lleva sin actividad desde 2008. Sus actuales propietarios pidieron una licencia de derribo por el estado de deterioro en que se encontraba ya que no es posible reabrirla porque una parte de sus instalaciones están fuera de ordenación. El inicio del derribo provocó las quejas y denuncias de numerosas instituciones académicas, expertos e incluso la prestigiosa fundación Docomomo.

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