Esta decisión responde, tal como explicaron desde la asociación de jóvenes de Mislata, a dos motivos principales: «La retirada de apoyo por parte del Ayuntamiento de Mislata, y la apropiación por parte de la concejalía de Juventud de este municipio de las actividades que históricamente ha organizado Menys Graus. Los motivos que han llevado a la entidad a tomar esta decisión no son nuevos, ya que desde el año pasado la asociación ha denunciado el trato que ha recibido».
Asimismo, Menys Graus destaca la retirada del convenio que financiaba el programa de ocio nocturno «Mislata ON» que «ha supuesto un duro golpe para la entidad a nivel económico, ya que no resultaba posible continuar con las actividades». En esta línea, la entidad ha criticado que la nueva actividad «Mislata 2202» de la concejalía de Juventud replica al detalle el modelo «Mislata ON» en cuanto a fechas, horarios, público y tipo de actividad, por lo que «no hay hueco en el municipio para nuestra asociación».
Por su parte, el consistorio lamenta «el cierre de una asociación juvenil que ha estado activa en múltiples procesos de participación ciudadana a lo largo de los últimos siete años como agente dinamizador de programas de juventud» aunque desmiente «cualquier tipo de 'apropiación de proyectos por parte de la Concejalía de Juventud'».
Lilith, el grupo de supervivientes
Por otro lado, la agrupación Lilith de Alaquàs y formada por mujeres supervivientes a la violencia machista, también echa el cierre.
La entidad que, en poco tiempo se convirtió en un referente local y nacional, sostiene que la decisión de disolver el grupo «no viene motivada por el fracaso o el cansancio» sino, «por las grandes expectativas que nos han desbordado a nivel personal hasta el punto de no poder atender las tareas que tenemos». Así, explican, «creemos que es el momento de dar un paso al costado. Estaremos en la misma lucha de manera distinta sin sobrepasar nuestras fuerzas». Una carta publicada en la que concluyen con un enérgico: «¡Viva la lucha feminista!».
