El antiguo laboratorio Aurelio Gamir, un edificio singular de tradiciones arquitectónicas alemanas, podrá ser derruido cuando se agote el tiempo de tres meses concedido por Patrimonio para que la Universidad e instituciones interesadas realicen un estudio del inmueble. El edificio pasó a ser polémico por la voluntad de sus dueños de derruirlo y la consideración de los expertos en arquitectura de que ese inmueble tenía una singularidad que debía otorgarle protección. «Aunque se decretó que el edificio no tiene protección, se ha permitido hacer un estudio para que quede constancia de esta arquitectura y una vez hecho, el documento se depositará en la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria» , explica Ramón Puchades, alcalde de Almàssera.
