La primera planta del Ayuntamiento de Paterna vivió ayer una situación sin precedentes. Dos agentes de la Policía Local se personaron en el despacho del grupo municipal popular para entregarles una notificación en la que se les indicaba que deben desalojar ese espacio. La única edila que estaba en ese momento en el despacho, Marisa Ferre, se quedó «estupefacta» ante tal medida.
Horas después, el grupo municipal culpaba a Compromís (socio en el Govern del Batà del PSOE y de Podemos) de la maniobra ya que fue el edil Carles Martí el que firmó la providencia y además la coalición pretende ocupar el despacho una vez lo desaloje el PP. «De hecho, llevan toda la semana vaciando el suyo», añadieron los populares de Paterna.
El origen del conflicto se remonta al inicio de la legislatura. En los espacios destinados a los grupos municipales de Paterna hay dos despachos que son de mayor tamaño que el resto. Pero en las elecciones, tres partidos políticos empataron en número de concejales ya que obtuvieron seis: el PSPV, que fue el más votado: el PP, que quedó segundo, y Compromís, en tercera posición. Durante el mandato, tres de los ediles populares han dejado este partido y pasado a ser no adscritos, con lo que la representación es ahora de tres concejales. Además, hace unos días el alcalde socialista, Juan Antonio Sagredo, les retiraba el segundo asesor por considerar que el reparto ya no estaba proporcionado con su merma de ediles.
Pero ayer el Govern del Batà dio un paso más para que el despacho que ocupa el PP pase a otro grupo, en este caso a Compromís, que alega tener un espacio «muy pequeño» para cinco ediles y dos asesores, ya que conservó el que tenía de otros mandatos. La acción fue calificada por el PP de «despropósito» y «deleznable».
Para el PP, la coalición Compromís lleva intentando «apropiarse del despacho hace muchos años y valiéndose de la posición de fuerza que brinda estar en el equipo de gobierno, parece que va a conseguir». Los populares cuestionaron ayer que Carles Martí tenga competencias para firmar esa providencia y enviar a la Policía Local y criticaron que el alcalde «observe como mero espectador».
Asimismo, la portavoz María Villajos incidió en que «durante los ocho años de legislatura en que ha gobernado el Partido Popular, siempre se ha respetado escrupulosamente los medios y recursos de que disponían todos los grupos de la oposición».
«No cabemos en el nuestro»
En el otro lado del conflicto, el concejal Carles Martí, de Compromís, explicó que «ya se le indicó al PP que teníamos que cambia el despacho porque ya no necesitan tanto espacio para los que son y nosotros no cabemos en el nuestro. El edil considera que «es de pura lógica hacer el cambio y no es para montar ningún numerito». Martí añade que hace una semana se envió a un funcionario a notificarles que tenían hasta el 1 de agosto para marcharse «pero se negaron». «Dijeron que solo les sacará de allí la Policía y, por eso, hemos tenido que enviar a los agentes, para que quede constancia de la notificación».
