?El titular de la granja porcina Manuel Barona explica que la obra consiste en la «supresión de la balsa cercana al barranco», pactada con la CHJ. Tras las denuncias de 2015, la institución de cuenca abrió un expediente sancionador. «Parece que es la solución mejor para causar la menor afección; nos hemos puesto en manos de la Universidad Politécnica. Las otras cuatro balsas cubrirán la función», indica. Sobre las molestias que causa la actividad, Barona defiende que aplica en su granja «los sistemas más avanzados» para evitar olores y contaminación e intenta «cumplir al máximo las normas». No obstante, reconoce que para la última ampliación «solo hubo una comunicación verbal al ayuntamiento» y la justifica en que «las nuevas leyes imponen espacios más grandes para los animales»
