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El Cremona de Alaquàs protesta por el "gran retraso"

La Plataforma critica el escaso avance de las obras y lamenta que otra promoción acabará en barracones

Obras en el Ciutat de Cremona, ayer. l. sena

Mientras la obra de la Encarnación avanza día a día, la comunidad educativa del colegio Ciutat de Cremona, en la población vecina de Alaquàs, ha manifestado su «decepción» por la marcha de la construcción de este centro tan reivindicado. Aunque el proyecto inicial establecía que el colegio abriría sus puertas el pasado septiembre y cuando arrancó la obra se estimó que podía inaugurarse en mayo de 2019, la realidad de la ejecución ha dado al traste con estos planes.

La Plataforma Tots Som Cremona, coya portavoz es Mónica Gil, ha expresado estos días su malestar por el «gran retraso del proyecto» ya que aún se está levantando la estructura y solo hay un pequeño trozo de techo construido, en el solar que el consistorio cedió, frente al espacio donde durante más de una década están los barracones.

«Mi hijo fue la primera promoción que salió del colegio en barracones y tenía la esperanza de que mi hija acabara este año en un colegio de ladrillos, aunque fuera para su graduación, pero no será así. Al menos espero que la promoción de mi hija sea la última en barracones», manifestaba ayer Mónica Gil.

La tramitación del proyecto ya fue larga y con algunos problemas. De hecho, la licitación de la construcción del colegio por 6,5 millones se efectuó por la Conselleria de Educación en octubre de 2016, es decir, más de un año después del cambio de mandato. Con todo, la obra comenzó en noviembre de 2017 y, en este retraso, se alegó que había que salvar el problema de la afección del aeropuerto.

«Están construyendo el colegio y eso es importante ya que estuvimos a punto de perderlo, pero no han puesto la atención suficiente en este proyecto», valoraba Mónica Gil, al ver el escaso avance de las obras.

La Plataforma Tots Som Cremona nació como respaldo a la acción que desarrollaba la asociación de madres y padres del alumnado del colegio (AMPA). La razón fue la supresión de aulas durante varios ejercicios por parte de la Conselleria de Educación, en manos del Partido Popular, que llegó al extremo de eliminar la única de tres años que quedaba, por lo que en la práctica se impedía la matriculación en el colegio, incluso para los hermanos. La plataforma protagonizó un encierro de 100 días en el que las familias pernoctaron en el centro.

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